El Programa de Actuación Integrada (PAI) Meridià de Almassora tiene los días contados. El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó bloqueado el desarrollo de este proyecto de gestión privada que hoy aguarda la resolución judicial definitiva. El primer edil, Vicente Casanova, ha confirmado que el futuro del programa urbanístico está en los juzgados, con competencias para declarar la caducidad del proceso.

Urbanizar esta parcela ubicada en el distrito marítimo de la localidad supondría reiniciar un proceso atascado por la crisis del ladrillo. Un "coste importante", en palabras del alcalde, que incluiría la cesión del suelo. El desarrollo del sector situado en las inmediaciones del Camí Om Blanc, en la zona norte de la playa, comportaría la apertura de la avenida que lleva el mismo nombre del PAI y de la que apenas se materializó un tramo a la espalda de la calle Ausiàs March.

El consistorio ha estado pendiente en los últimos años de la viabilidad de este proyecto urbanístico de capital privado. En 2012 se sometió al Plan de Reforma Interior (PRI), que en ningún momento avanzó hacia la materialización definitiva de las obras. Fueron los últimos pasos de un proceso que arrancó en enero de 2006 con el respaldo del pleno a la unidad de ejecución Meridià, que asumió por gestión indirecta la firma Prolan 2005.

Consecuencias en la playa

El bloqueo de este programa tiene consecuencias sobre el desarrollo de la playa, que vivió su momento de construcción desaforada en los primero años de la pasada década. El PAI Meridià, como el Tramuntana y el Ben Afelí, impiden la apertura total de la avenida Mediterrània, el eje paralelo a la playa proyectado en 2003 para vertebrar la circulación de la zona de la costa.

Uno de los últimos avances para desbloquear la avenida fue la aprobación municipal de la reparcelación forzosa en marzo del Ben Afelí, a la espalda de los apartamentos del mismo nombre, para abrir un vial de 100 metros que enlaza con Catalans. La previsión municipal es que la avenida Mediterránea, de 10 metros de anchura, se convierta en una vía de circulación alternativa a la primera línea de costa.

Este enlace es uno de los objetivos prioritarios para el equipo de gobierno en la playa, tras una década de trámites administrativos. También los vecinos se suman a la reivindicación histórica de desarrollar un eje vertebrador en la costa que alivie el tráfico de las principales vías. Asociaciones como Playa de Almassora, que ayer celebró su asamblea general, apoyan este proyecto.