Los votos de los grupos municipales del PP y el PSPV evitaron que la Virgen de Gracia y de la Cueva Santa perdieran en Altura el título de alcaldesas honoríficas tal como había solicitado EUPV a través de una moción. La propuesta que se debatió en pleno el lunes por la noche llegó envuelta en la polémica ya que desde el grupo político pedían que la aconfensionalidad de las instituciones públicas fuera «real» y que, por ello, se restringiera a título personal la presencia en las procesiones de los concejales y que, además, se retiraran los títulos honoríficos otorgado a imágenes religiosas desde el ayuntamiento. Esta última petición llevó hasta la sesión nocturna del lunes a cerca de 200 vecinos que quisieron mostrar, con su presencia, su rechazo a la moción.

En el caso de la Blanca Paloma, el cargo le fue concedido en pleno en febrero de 1955 en agradecimiento a la virgen «que benefició a Altura con el manantial de agua del Berro».

En un ambiente crispado, la moción finalmente no salió adelante aunque la concejala de EUPV, Elena Cáceres, en su exposición, tuvo que soportar los numerosos abucheos de los más de doscientos asistentes al pleno.

En su exposición Cáceres apuntó que la separación iglesia-estado debe ser respetada. «La participación de la corporación en actos religiosos pasa a ser una vulneración en incumplimiento de la Constitución. A parte de ser ilegal es inadmisible y crea confusión sobre el carácter democrático representativo y aconfesional de la institución», puntualizó la edil que dejó claro que no estaba hablando de «tradiciones, sino de ley, del cumplimiento de la Constitución».

La portavoz del PP, Ester García, defendió que la Constitución «no manda a nadie presidir procesiones pero tampoco lo prohíbe» y resaltó que cuando uno se mete a político «ha de hacer muchas cosas y sobre todo de respetar, con mayúsculas, el arraigo, la historia, las costumbres y las personas de un pueblo». García acusó a EUPV de jugar con los sentimientos de los alturanos al querer retirarles los cargos honoríficos a las dos vírgenes.

El alcalde, Miguel López, argumentó el voto de su grupo en contra por «una cuestión de coherencia» con lo que llevaron en su programa electoral. López hizo público el compromiso del ayuntamiento de participar en las celebraciones festivas tradicionales que son señas de identidad del pueblo y apuntó que el consistorio «estará presente en las celebraciones del Berro, San Miguel, la Virgen de Gracia y la Virgen de la Cueva Santa».

El portavoz de EUPV Manuel Ibáñez lamentó ayer la actitud del público «que tuvo un comportamiento homófobo» y lamentó la posición del PSPV «aunque ya nos esperábamos el voto en contra».

Por su parte, el párroco, Juan Manuel Gallent, se mostro ayer contento, pero no porque se consiguiera que las vírgenes mantuvieran el título sino porque era el «reconocimiento que una institución debe hacer a cualquier realidad de un pueblo que, durante siglos ha sido vertebrado por las dos Vírgenes».