La selección española de baloncesto barrió de un plumazo cualquier duda sobre su juego y puntería al solventar con abrumadora solvencia el partido contra Turquía, en la segunda jornada del Europeo 2015.

Seis puntos de Pau Gasol, siete de Mirotic y dos triples anotados de cuatro lanzados fue la principal diferencia del equipo español en el primer cuarto (18-24). La diferencia llegó en el segundo periodo, cuando la selección se soltó la melena y acabó con 5 de 6 triples anotados en este tiempo, corriendo contraataques, aportando todos en ataque y defendiendo con eficacia hasta sacar de quicio a los otomanos, que llegaron a ir perdiendo por 22 puntos, 28-50 (min. 17.30) y 31-53 un minuto más tarde.

Por meter triples hasta los metieron Felipe Reyes y Pau Gasol, demostrando que todos estaban más que implicados en la tarea de anotar y sumar para el equipo. Al descanso, 38-54.

La irrupción de Pau Ribas y del «taronja» San Emeterio en la rotación exterior permitió, además, dar descanso a Rudy Fernández. En Turquía poco o casi nada, más allá de los destellos de calidad de su joven figura Cedi Osman (9 puntos) y de la aportación de Ersan Ilyasova (8). Los turcos se vieron desbordados por España y se quedaron sin recursos. Sólo su dureza en defensa y las rotaciones de Sergio Scariolo, pensando más lejos de este partido, impidieron un marcador de escándalo. Scariolo puso en liza de nuevo al cinco inicial y los jugadores respondieron a la perfección con su cometido. La diferencia creció hasta un máximo de 29 puntos (49-78, min. 26), momento en el que el seleccionador turco, Ergin Ataman, decidió tirar la toalla .