«Pertenezco a un sector de la población que se nos considera ya marginados laborales porque piensan que no tenemos nada que ofrecer». Así se expresa Teresa, de 56 años, que acudió a Cruz Roja de Castelló en compañía de su hijo Ramón, para participar en un proyecto de familias con todos sus miembros en paro. «Cuando llegué a Cruz Roja me encontré con personas que creen en las personas y que nos impulsan y apoyan para intentar conseguir lo que queremos. En realidad vine con la intención de colocar a mi hijo y mira por donde, encontramos trabajo los dos», concluye con satisfacción.

Cruz Roja es consciente de esta realidad y ha puesto en marcha medidas específicas para reducir las barreras que genera la discriminación laboral por razón de edad y promover la empleabilidad demás de 15.400 personas desempleadas mayores de 45 años en nuestro país, con acciones que les permiten encaminarse hacia nuevos sectores profesionales.

Sólo en Castelló, este año Cruz roja ha prestado atención a más de 700 personas, de las que cerca de un 40 % han encontrado empleo. El perfil medio es de parados de larga duración, más de dos años, con estudios secundarios, sin cualificación profesional y de diferentes procedencias.

Para muchas personas desempleadas mayores de 45 años, permanecer mucho tiempo sin trabajo hace que su estado anímico empeore y que pierdan la esperanza de volver a encontrar un nuevo empleo que les garantice unos ingresos con los que poder afrontar sus gastos más básicos. Cruz Roja trata de apoyarles en el proceso de búsqueda de empleo, ayudándoles a redescubrir sus capacidades profesionales, para que la edad no sea nunca un motivo de discriminación laboral.

«En Cruz Roja trabajamos itinerarios de inserción, en base a competencias, lo que garantiza unos mejores resultados, puesto que incidimos tanto en la orientación, la formación como en la intermediación», señala Mamen Torres, responsable del Plan de Empleo de Cruz Roja en Castelló.