El Ayuntamiento de la Vall d'Uixó dio ayer a conocer la nueva Policía de Barrio, un servicio que en realidad se recupera dado que en la legislatura 2007-2011 ya se implantó una unidad especializada similar, que basaba su trabajo y sus intervenciones en la proximidad, objetivo que se reprende con esta propuesta actualizada y adaptada a los nuevos requerimientos de la ciudad, tal y como se destacó ayer en la reunión en la que se informó a los vecinos sobre las características y funciones de los agentes destinados a este servicio.

La Policía de Barrio estará integrada por un total de seis agentes que se distribuirán en los seis barrios más periféricos del casco urbano: Sant Vicent, Roser, Toledo; Colonia San Antonio, Moleta y Sant Josep; Carmadai, Colonia Segarra y Grupo La Unión, y Carbonaire, que tendrán funciones diferentes en los turnos de mañana y tarde, dado que, tras analizar el comportamiento vecinal general a lo largo del día, se han identificado unos patrones que han resultado útiles a la hora de hacer que las labores de los agentes sean más productivas.

De este modo, por poner un ejemplo, en el turno de mañana los policías adscritos a esta unidad prestarán especial atención a las zonas comerciales, pero también realizarán tareas ordinarias como la regulación del tráfico en las entradas y salidas de los colegios e institutos, control del absentismo escolar y atención a las asociaciones de vecinos.

Por la tarde, como explicaron fuentes municipales, la actividad se trasladará a los barrios, especialmente a parques y jardines a partir de la salida de los niños de los centros escolares, donde se realizarán patrullas a pie en las horas centrales. Además, entre sus obligaciones estará la de acudir a las reuniones de las asociaciones de vecinos, colaborar con las distintas entidades festivas o realizar controles de vehículos abandonados, entre otras tareas.

Desde el consistorio se pretende que los agentes de la Policía de Barrio sean mediadores entre vecinos y familias si se presenta el caso, pero se pretende que centren su actividad en la «prevención y en el desarrollo de tareas asistenciales y solidarias», como se destacó en la reunión en la que estuvo presente el concejal del área, Javier Ferreres; el agente coordinador de la unidad, Martí Guillem; el intendente jefe de la Policía Local, Ángel Jiménez y la alcaldesa de la Vall, Tania Baños.

Conocer las necesidades

Aparte de las funciones propias de cualquier policía, aunque focalizadas en un marco determinado, el de los límites de los barrios asignados, desde el ayuntamiento se espera que estos agentes sean una especie de correa de transmisión de las problemáticas y necesidades de estas zonas, de manera que «una de las funciones principales será la elaboración de programas de mejora de los barrios», entendiendo que por su conocimiento de las áreas en las que desarrollarán su trabajo a diario, en contacto directo con los vecinos, podrán realizar aportaciones que se consideran de gran utilidad.

Desde el ayuntamiento se recordó ayer que esta unidad ya se planteó en la legislatura 2007-2011, siendo alcalde el socialista Josep Tur, pero se eliminó en las dos siguientes, gobernadas por el Partido Popular. Su recuperación pretende ser una apuesta por la cercanía con los agentes del orden, como colaboradores de la ciudadanía y no como un organismo simplemente coercitivo o sancionador.