El Villarreal B se juega el ser o no ser en 90 minutos. Se juega seguir adelante en la lucha por el ascenso a la Liga Adelante o quedarse un nuevo año más en el grupo III de Segunda B. El equipo de la Plana Baixa empató sin goles en Las Gaunas contra el Logroñés hace seis días y esta tarde tendrá que rematar la faena en un Mini Estadi que estará a rebosar. Los dos equipos dejaron la resolución de la final de la eliminatoria para la vuelta después de desaprovechar muchas y muy claras ocasiones de gol en la ida.

La escuadra vila-realense realizó una Liga encomiable, solo salpicada por el empate en el campo del Espanyol B que le privó de acabar campeón. Demostró ser superior en la ida y solo la falta de acierto en los metros finales le privó de obtener una marcador más favorable. En los cinco últimos minutos las ocasiones fueron para el Logroñés, que se estrelló contra el portero Aitor Fernández y el palo izquierdo del cancerbero guipuzcoano. Esta tarde estará prohibido fallar tanto y anotar pronto un gol será importante para evitar que el conjunto riojano vaya jugando con el tiempo del partido.

Parece ser que los dos entrenadores van a repetir los mismos onces que jugaron la ida. El Villarreal B ya sacó el equipo de gala y al disponer de los mismos efectivos. Equilibrio atrás, mandón en el centro del campo y arriba peligroso, aunque en los dos últimos encuentros la asignatura pendiente fue el gol. Lo mismo sucede en el Logroñés ya que en las últimas horas se han recuperado los futbolistas que arrastraban molestias del primer partido: Carlos Barreda y Jacobo.

Ambiente de gala

El Mini Estadi vestirá sus mejores galas para esta cita. Hace tiempo que no se recuerda haber colgado el cartel de «no hay billetes», concretamente desde hace siete años en el duelo de rivalidad Villarreal B-Castellón (3-1), también en Segunda B, con el campo lleno con cuatro mil amarillos y cerca de seiscientos albinegros (24-10-2009). Luego, los siguientes duelos de rivalidad entre el segundo filial y la escuadra de la capital de la Plana levantaron gran expectación, pero no agotaron las entradas para aquel choque.