Las variedades más desconocidas, mejores y con mayor sabor de tomate cultivadas en la comarca del Alto Palancia se pudieron degustar ayer en Sot de Ferrer, durante la celebración de la tercera edición de la cata tradicional de tomate que el Banco de Semillas de la comarca organiza de manera itinerante y que se saldó con un éxito rotundo de participación. Y es que el objetivo principal de este Banco pasa por recuperar especies de tomate en peligro de extinción, ponerlas en valor y fomentar su cultivo en la agricultura especializándose, sobre todo, en el tomate. Es por ello que hace tres años comenzaron con esta iniciativa, que ayer visitaron representantes de la Conselleria de Agricultura, que recalcaron que estas apuestas son «la base de cara a trabajar para conseguir una denominación de origen propia». Una tarea que pasaría por acciones como la selección de la mejores variedades de tomate y la constitución de un consejo asesor, entre otras iniciativas.

Variedad

En total, el Banco de Semillas reunió este año 86 variedades de tomate distintas, donadas por integrantes de esta entidad y personas que, de manera desinteresada, llevaron a la cita cajones de ejemplares con el fin de que, entre todos, se eligiera el mejor y más gustoso para sacar labor. Durante toda la mañana los asistentes pudieron disfrutar y degustar las distintas variedades, llevarse semillas y plantones para plantar y degustar varios platos elaborados a base de tomate que prepararon tres bares de Sot de Ferrer.