Marcelino García Toral ha esperado para dar su versión de los hechos, pero el extécnico del Villarreal se despachó ayer a gusto a la hora de explicar su salida del club amarillo y también aprovechó para defender su honradez ante las acusaciones realizadas el pasado fin de semana por el presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa. El asturiano, en su comparecencia pública de ayer en Madrid demandó una rectificación pública de sus manifestaciones, en las que comparó al entonces técnico del Villarreal con el piloto de Lufthansa «que causó la muerte de 129 personas» en un accidente aéreo.

Marcelino exigió que «se retracte en las próximas horas por su desafortunada opinión publica, por la comparación entre mi persona y el piloto de Lufthansa. Ni estoy loco, ni soy un asesino, mi profesión es ser entrenador de fútbol, honrado y profesional. El señor Presa me ha insultado y ofendido. Si no rectifica de inmediato ejercitaré las opciones legales oportunas».

Además, el que fuese preparador del submarino explicó que Fernando Roig, el presidente del Villarreal, le llamó por teléfono «personalmente» el pasado domingo para explicarle que «nunca dudó» de su «profesionalidad y su honestidad». También reconoció «haberse equivocado» en las declaraciones realizadas antes del último partido de liga ante el Sporting.

«Nunca dudó de mi honradez y profesionalidad. Hago pública esta llamada personal porque el presidente me autorizó para hacerlo en esta rueda de prensa. Él tenía muy claro que mi honestidad y mi profesionalidad no podía estar en duda. Además, me dijo que si hubiera tenido alguna duda me hubiera destituido en ese momento», comentó el técnio sobre la conversación con Roig.

Marcelino también mostró su sorpresa por el revuelo causado por las declaraciones del presidente amarillo la pasada semana. «No escondo nada, ni hice nada para alterar la competición y por eso estoy aquí, con la conciencia limpia y con honradez y profesionalidad como principios fundamentales de vida», comentó.

Sobre las sospechas surgidas por el último partido de la pasada temporada y por el expediente abierto en la Liga, Marcelino afirmó que está «a entera disposición de los organismos competentes para aclarar la más mínima duda». Finalmente, acerca de su destitución, argumentó que había «diferentes puntos de vista en diferentes aspectos«. La visión del cuerpo técnico «no coincidía con la del club. Fue una despedida dura».

Roig responde

Apenas unas horas después de las declaraciones de Marcelino, Roig aprovechaba la presentación oficial de Álvaro González, Santos Borré y Nicola Sansone para responder. El presidente amarillo aseguró que «en mis declaraciones nunca dije que lo despidiera por el partido ante el Sporting. No pronuncié ni la palabra Gijón ni nada parecido. Lo que sí dije es que hubo cosas en el final de temporada y el inicio de la actual que no me gustaron».

Roig incidió en que las declaraciones de Marcelino previas al partido de Gijón fueron una de las circunstancias que contribuyeron al despido del técnico, «pero no el detonante final», ya que posteriormente ocurrieron «más cosas» que le hicieron tomar esa decisión. Añadió que «si hubiera tenido la mínima duda de él, al día siguiente habría estado en la calle».

«Creo que de mis declaraciones de aquel día se han sacado cosas de contexto, ya que nunca dije que Marcelino no fuera honrado. ¿Qué a mí no me gustaron sus declaraciones -previas al partido de Gijón-? Es verdad y se lo dije en ese momento y se lo repetí el otro día», señaló, pero aseguró que está convencido de que no hubo «ningún arreglo, amaño ni nada parecido, porque si hubiera tenido la más mínima duda lo hubiera destituido al instante».