El Sevilla ganó al Real Madrid en el duelo entre el segundo y el líder de LaLiga, en un partido sin un fútbol brillante y en el que los andaluces remontaron el gol inicial de Cristiano Ronaldo, de penalti, con dos tantos en la recta final, en sólo siete minutos, lo que anima la competición liguera. En el tercer duelo entre ambos en doce días, tras la eliminatoria copera ganada por los merengues, el Madrid, apagado y sin pegada, se adelantó en el minuto 67 con un penalti que anotó Ronaldo, pero el Sevilla no se rindió, empató a cinco del final con un gol en propia meta de Sergio Ramos y remontó en el 92 con un golazo de Jovetic.

Con Sergio Ramos abroncado cada vez que tocaba la pelota tras su celebración de un gol el jueves y los gestos que dedicó a parte de la grada, después de haber sido insultado durante buena parte de ese partido por los radicales sevillistas, este nuevo duelo comenzó sin ritmo, aunque el Madrid llevó la iniciativa ante un Sevilla dormido.

Aunque había demasiado respeto al contrario por los dos bandos, el equipo del argentino Jorge Sampaoli jugó a impulsos y quizás más centrado en controlar al Madrid que en atacar. Tuvo varias opciones, aunque demasiado tibias, como un cabezazo de N'Zonzi que se marchó fuera, dos tiros lejanos de Nasri y antes otro de Franco Vázquez.

En la reanudación, el Real Madrid siguió sin aparecer con argumentos sólidos para someter a los andaluces. Cristiano anduvo muy perdido y al creativo centro del campo blanco le costaba conectar con él y con Benzema, mientras que los sevillistas se defendieron muy bien, parecieron dar un paso adelante y salieron con más brío en busca de sorprender con una alguna llegada rápida.

El potencial ofensivo madridista salió a relucir en un balón que ganó Dani Carvajal, tras un fallo en la salida del balón de los de Sampaoli. Se internó con rapidez en el área y fue derribado por Sergio Rico, que llegó ligeramente tarde. El penalti lo transformó en el 0-1 Cristiano Ronaldo, que logró su duodécimo gol en Liga.

A partir de ahí, el Sevilla, que buscó más profundidad con la entrada del montenegrino Stevan Jovetic y Pablo Sarabia por Vázquez e Iborra, persiguió el empate con más voluntad y fe que buen juego.

No reaccionó bien al mazazo recibido, pero a base de casta lo intentó hasta el final y halló su premio a cinco del final, al sacar Sarabia a la perfección una falta desde la derecha que despejó hacia atrás con la cabeza Sergio Ramos para introducir el balón en su portería. Tras el 1-1, el Madrid se vino abajo y llegó la apoteosis al Sánchez Pizjuán con el 2-1 de Jovetic en el tiempo añadido, lo que anima la Liga al quedar los merengues a un punto del Sevilla.