El recinto de conciertos del FIB abrió ayer por la tarde sus puertas con varias novedades con respecto al año pasado. En cuanto a la organización del espacio, el área que ha sufrido mayores remodelaciones ha sido el «South Beach». Con escenario de conciertos propio, esta zona ha ganado terreno para ofrecer un ambiente distinto dentro del propio festival. Unas palmeras dan la bienvenida a esta zona en la parte suroeste del recinto.

Dos barras tematizadas para cocktails y bebidas en general, un hotel para hacerse fotos y tres pequeñas piscinas en una zona con áreas distinguen esta zona del resto. Es la principal novedad de este año dentro del recinto. En esta edición han ganado peso también los espacios dedicados a las marcas comerciales. Por ejemplo, el Carrefour Fest ofrece durante los cuatro días de festival conciertos de grupos noveles unidos a una experiencia virtual.

Por su parte, Red Bull sortea cada día pases entre quienes compren esta bebida energética para poder ver desde una zona de varios metros de altura el concierto que se elija del escenario Las Palmas, el principal. También ha aumentado el número de puestos de comida, lo que ha mejorado la variedad. En cuanto a la organización, la sala de prensa ha variado su ubicación y ya no se sitúa junto al área de producción como en años anteriores.

El FIB cuenta este año con el mayor dispositivo de seguridad. Se ha incrementado la presencia de agentes de seguridad como se pudo ver ayer en la primera jornada del festival. Además, se han intensificado los controles en la entrada. Otro de los cambios ha sido la reordenación de las zonas de aparcamiento para vehículos generales, que se ha colocado junto al Campfest. A esta zona, que a primera hora de la tarde ya estaba completa, se debe acceder por la CV-147.