La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, reclamó ayer al Ministerio de Agricultura y Pesca que defienda al sector pesquero de Castelló ante la Unión Europea y, en ese sentido, reivindicó el mantenimiento de la cuota de pesca de sardina para las barcas del litoral castellonense a partir de 2018. «La cofradía de Sant Pere lleva mucho años desarrollando una pesca sostenible y contribuyendo a la regeneración de los caladeros», expuso la primer edil, «por lo que no tiene sentido que se les penalice de forma indiscriminada», concluyó.

«La pesca es un sector estratégico para el Grau y desde el equipo de gobierno del ayuntamiento queremos dejar claro nuestro respaldo a la cofradía y a los pescadores de Castelló», indicó Marco. A su modo de ver, la prohibición de las capturas causaría un daño económico a la flota castellonense y tendría efectos en el incremento del desempleo en un sector como el pesquero que ya ha sufrido en los últimos años las consecuencias de la crisis.

La alcaldesa de Castelló compartió la «incertidumbre» y la «preocupación» que ha expresado la cofradía de pescadores ante el posible veto europeo a la sardina. La cuota de la pesca de sardina en la península ibérica es uno de los principales asuntos que aborda el Consejo de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, que se ha reunido en Bruselas. Aunque el Consejo analiza la pesca de la merluza, el jurel, la cigala o la anguila, la sardina es la absoluta protagonista, después de que el Consejo Internacional para la Exploración del Mar aconsejara prohibir totalmente su captura durante 2018.

La escasez de sardina en toda la Unión Europea ha llevado a este organismo científico a plantear la prohibición de la pesquería de sardina para permitir la reproducción de la especie. Entre las propuestas planteadas está la de dejar de pescar sardina durante 15 años para dar tiempo a la especie a recuperarse. La decisión afectaría especialmente a las flotas de Portugal y España, que han firmado una carta conjunta en la que defienden un plan de gestión ante la Comisión Europea, con el objetivo de mantener la actividad pesquera.

Los armadores de Castelló llevan varios años planteando propuestas para regular la captura de pescado azul. Entre las iniciativas que se han expuesto para evitar el veto están las del aumento de la talla mínima para sardina y boquerón, la reducción de las cuotas de captura por barco, por debajo de los límites actuales, que ya se autorregula por debajo del máximo legal, las vedas biológicas y la reducción de las redes.

Al cierre de esta edición, Los ministros de Pesca de la Unión Europea continuaban negociando para acordar las posibilidades de pesca de la flota comunitaria para 2018, después de que reanudaran las conversaciones este martes por la mañana.