Romà Bas Marí (Xàbia, Alicante, 1983) comenzó su andadura en el baloncesto semiprofesional de la mano del Gandia Bàsquet, equipo con el que debutó en EBA y en LEB 2. En la actualidad, es sinónimo de experiencia y de progreso. Disputa su séptima temporada en LEB Oro. Además, el alicantino puede presumir de haber ascendido hasta en cuatro ocasiones a la ACB -Menorca Basquet, Lucentum Alicante, Ford Burgos y Quesos Cerrato Palencia-, aunque nunca ninguno de estos se ha hecho efectivo debido a las trabas administrativas.

¿Qué le impulsó a fichar por el TAU Castelló esta temporada?

Para empezar, el interés del cuerpo técnico y que el proyecto que se estaba formando me ilusionó. Además, a la vista está que es un muy buen proyecto. Y el añadido de que volvía a estar cerca de casa después de cuatro temporadas lejos: una en Burgos y tres en Palencia. Así que se juntó un poco todo y fueron todos condicionantes muy importantes.

A nivel personal, aunque ofensivamente todavía no hemos podido ver todo su potencial, sí que ha hecho una gran labor en defensa y aporta intensidad. ¿Cómo se encuentra?

Creo que está bastante bien resumido. Ofensivamente no me están terminando de salir las cosas, pero también es cierto que el juego que yo tengo es bastante de rachas. Entonces cuando no entran puede parecer que no te salen las cosas bien, pero creo que si por algo me he caracterizado siempre ha sido por intentar ayudar a los equipos donde he estado. Y si las cosas en ataque no están saliendo como me esperaba, por lo menos no intentar bajar ese nivel en defensa, que al final también es importante para el equipo.

Aunque restan dos partidos para acabar la primera vuelta, ¿qué valoración hace de esta media temporada?

Ahora mismo diría que bastante bien, pero nos costó. Éramos muchos jugadores nuevos y al principio nos costó por el hecho de no conocernos y de tener que asimilar los conceptos de los entrenadores. Perdíamos partidos, y no sólo perdíamos partidos, sino que los hacíamos con demasiada facilidad. Está claro, y mi padre siempre lo dice, que el trabajo donde lo pones, sale. Entonces era cuestión de tiempo que las cosas empezaran a salir mejor como así está siendo. Hemos invertido la dinámica que llevábamos y ahora somos mucho más sólidos, aunque tenemos que intentar ser un poco más regulares fuera de casa, porque en casa nos estamos haciendo realmente fuertes. Así que en general el balance es bastante bueno

Toni Ten afirmó hace unos días que el equipo está sabiendo sobreponerse a las adversidades tras las lesiones de Edu Gatell y Charles Nkaloulou, sumada a la de Juan José García. ¿Dónde cree que está la clave?

Desde el primer momento ha habido un muy buen ambiente en el vestuario, muy buena gente la que ha venido. Además están dispuestos a trabajar, que eso es clave en cualquier equipo para que las cosas funcionen. Y a pesar de que tuvimos los contratiempos de Charles y de Edu, nos hemos sobrepuesto a ello. Hay gente que ha tenido que dar un paso al frente, pero la clave ha sido el buen ambiente y el trabajo que hay, que es lo que, en momentos complicados, nos tiene que ayudar.

¿Hasta dónde cree que puede llegar el equipo?

Creo que con la plantilla que se ha hecho tenemos que aspirar a meternos en play-off. No sé en qué posición, pero meternos en play-off e intentar dar la máxima guerra posible. Creo que cuando pasen los meses, se recupere todo el mundo y, por suerte, estemos todos, si llegamos a play-off vamos a ser un equipo muy incómodo. Vamos a ser un equipo que la gente no quiera jugar contra nosotros por el tipo de juego que tenemos, y porque jugar y ganar aquí en el Ciutat es complicado, y creo que poco a poco lo estamos consiguiendo.

Su trayectoria deportiva está ligada a los ascensos: uno a LEB Plata, uno a LEB Oro y cuatro a ACB. No obstante, estos últimos siempre se han visto frustrados. ¿Cómo valora esta situación?

La verdad es que siento satisfacción porque estoy orgulloso de mi trayectoria. Hemos ido haciendo las cosas poco a poco y los resultados han llegado, así que la valoro muy positivamente. Lo que pasa es que, por otro lado, sientes un poco de pena y de frustración porque es mucho trabajo y al final te quedas sin esa recompensa. Pero son cosas que escapan del control de los jugadores que formamos un equipo y que con los años, por desgracia, hemos terminado asumiendo como normal.

Uno de esos ascensos frustrados lo vivió con el Lucentum Alicante, el equipo de su tierra. ¿Qué recuerdos conserva de aquel año? Y de cara al futuro, ¿le gustaría volver a vincularse al Lucentum?

Está claro que probablemente el primer ascenso, que fue con el Menorca, siempre es el más especial, pero el segundo que fue con el Lucentum Alicante, pues fue prácticamente en mi casa. Además fue una temporada muy bonita y muy larga, ya que subimos en los play-off. Recuerdo que la final contra Andorra fue una pasada porque llegamos al quinto partido en Andorra cuando teníamos un 2-1 de cara para ganar en Alicante, pero perdimos. Teníamos todas las de perder e hicimos el mejor partido de la temporada. Además, personalmente me salió un muy buen partido y fue como el broche de oro a la temporada. Respecto a lo de volver, nunca me cierro puertas en ningún lado aunque de momento estoy muy a gusto en Castelló.

Visto el panorama en España, ¿se ha planteado alguna vez irse a jugar al extranjero?

No, porque por suerte me han ido bien las cosas aquí. Además siempre hemos tenido buenos equipos donde ir aquí en España y nunca me he visto en esta tesitura de tener que buscar algo fuera. Es algo que no me hubiese importado, y que tampoco descarto, aunque cada vez está más difícil porque tengo ya 34 años.