El análisis químico de los tallos de las plantas marinas ha permitido identificar las fuentes de metales naturales y antropogénicas de los últimos 30 años en el Mediterráneo. Las mayores concentraciones fueron las de aluminio, cadmio, cromo, cobre, plomo y zinc. El estudio demuestra que hubo una reducción en las concentraciones de plata a lo largo del tiempo (más del 80% de 1990 a 2005 en Mallorca), atribuida a la disminución de las fuentes antropogénicas. Las concentraciones de níquel y zinc fueron los únicos elementos que han aumentado desde 1996 en todas las estaciones. «Esto coincide con la carga de partículas atmosféricas en el aire de todo el Mediterráneo», explican los científicos. Estos resultados se publican este mes en el Journal of Geophysical Research-Biogeosciences.