El acceso a Alzira por la CV-50 se ha convertido en una puerta hacia la oscuridad. Todas las farolas de la conocida popularmente como la «variante», la entrada principal a la ciudad que desemboca en la avenida de la Hispanidad, están apagadas desde el lunes. El ayuntamiento ya había desconectado como medida de ahorro una de cada dos luminarias del puente dedicado a José Pellicer, que forma parte del acceso peatonal habilitado desde la estación, aunque los que realizan este recorrido a pie se quedan a oscuras una vez acaban de cruzar esta pasarela sobre el Xúquer y se acercan al casco urbano con la única referencia de las calles iluminadas.

La concejal de Servicios Públicos, Lola Ortega, comentó ayer que el alumbrado de la CV-50 depende de la Conselleria de Infraestructuras y fuentes de la Administración autonómica no pudieron precisar el motivo de este apagón. Si bien apuntaron que en algunas carreteras se está reduciendo la iluminación como medida de ahorro, no pudieron confirmar si es el caso de la CV-50 a su paso por Alzira. Se da la circunstancia de que a partir del puente que cruza la antigua salida hacia Carcaixent, en el perímetro del barrio de Les Basses, la carretera vuelve a estar iluminada. En todo el tramo anterior, coincidiendo prácticamente con el trazado del malecón, manda la oscuridad. Únicamente en la rotonda central que distribuye el tráfico hacia la avenida de la Hispanidad hay un punto de iluminación activo.

Éste no es el único acceso a Alzira que carece de iluminación. Como ya informó Levante-EMV, el robo del cable de cobre del alumbrado público ha dejado a oscuras desde hace un par de semanas la Ronda Norte o CV-43 en el tramo del conocido como puente amarillo o de McDonalds.