La iglesia Mayor de la Cartuja de Valldecrist lucirá en breve nueva imagen. La empresa constructora contratada por la conselleria está a punto de concluir las obras de reconstrucción de la cubierta de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, propiedad de la entidad autonómica, que ha supuesto una inversión de 218.181 euros, financiados en su totalidad por la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte.

La novedad, no obstante, aunque se conoce ahora, apareció el pasado mes de enero ya que los trabajos en la cubierta sacaron a la luz la posible cimentación del atrio de la iglesia Mayor, con una anchura de cerca de 7 metros, en las excavaciones realizadas por el arqueólogo Rafael Martínez, más amplio de lo que se esperaba.

La función de este atrio, obra del maestro segorbino Miguel Magaña en 1522, fue la de proteger el grupo escultórico de la fachada, atribuido a Nicolás de Bussy y que representa a San Juan Bautista, la Virgen de la Asunción con el Niño y San Bruno, patronos de la Orden. Para su construcción se tuvo de sacrificar el rosetón gótico del frontis de la iglesia, a favor de una ventana rectangular.

Todo ello se dio a conocer en el día de ayer, jornada en la que el conseller Vicent Marzà se desplazó hasta Altura acompañado del alcalde, Miguel López; el director territorial de Castelló, Robert Roig, y el jefe del servicio territorial de Cultura y Deporte de Castelló, Josep Cristià Linares, con el fin de conocer de primera mano la intervención en uno de los cenobios más importantes a nivel estatal que pretenden convertirlo en un espacio cultural que permita recoger actividades culturales a nivel comarcal. La actuación, que se proyectó hace varios años y comenzó a ejecutarse el pasado julio con una financiación y un proyecto mucho menos ambicioso al trazado inicialmente, ha permitido proteger la nave que se encontraba al aire libre desde los años de la desamortización de Mendizábal de 1835 y evitar así la pérdida de elementos estructurales y decorativos de gran valor patrimonial.

Cabe destacar que la Cartuja de Valldecrist, actualmente en estado ruinoso, fue la quinta de las casas de los cartujos de la Orden de San Bruno en la Península Ibérica y la segunda de las valencianas. Desempeñó un papel importante en el Compromiso de Caspe y en el Cisma de Occidente. Fundada en el siglo XIV, por deseo del Infante Don Martín, en 1383 el Papa Clemente VII concedió el permiso para su fundación, pero no fue hasta principios del siglo XV cuando se comenzó la construcción de la iglesia.