Voro Contreras, Riba-roja

Ahora que la fiesta ha terminado y que del pastel urbanístico valenciano ya no quedan ni las velas, los hay quienes se van a casa a pasar la resaca, y los hay quienes buscan otros lugares donde continuar con el jolgorio. Este último es el caso del Grupo NFD -empresa valenciana con sede en Riba-roja-, que ha encontrado en el norte de África -concretamente en Libia- una salida a la crisis del ladrillo que, como reconoce su presidente Ángel Olmos, ellos también están padeciendo en España.

Y el desembarco de esta empresa en la todavía casi virgen costa libia no va a ser pequeño. NFD ha llegado a un acuerdo con el gobierno del general Gadafi para desarrollar siete proyectos urbanísticos que incluyen la construcción de más de 4.000 viviendas, dos complejos turísticos, dos hoteles de cinco estrellas, uno de cuatro, uno de tres y un apartahotel, además de mezquitas, salas de congresos y centros comerciales.

"El urbanismo español nos tiene que servir de ejemplo -advierte Olmos-. Nuestro nivel de gestión y diseño se puede exportar a un país como Libia que se está abriendo y donde todavía el 95% de la costa es virgen".

La intención de la empresa es empezar el primero de los proyectos en verano, pero llegar a ese punto no ha sido tarea fácil. "Ha sido año y medio de viajes a un país extranjero en el que hemos tenido que hacer un ejercicio de adaptación para poder integrarnos. Finalmente hemos hecho contactos directos en el gobierno para desarrollar nuestros proyectos". Y es que, a pesar de que la relación del mundo occidental con Libia no es ni mucho menos la de la década de los ochenta, ésta sigue siendo una "república árabe popular y socialista", así que los proyectos los desarrollará NFD pero su promotor será el propio gobierno libio a través de ministerios, sociedades públicas o bancos estatales. "Es la forma en la que hay que tratar con ellos tras la experiencia que han tenido con empresas extranjeras que no aportaban ningún beneficio al país".

Una nueva Dubai

Según el responsable de esta empresa valenciana, el gobierno libio conoce bien los recursos naturales que tiene el país "y por eso quieren que sea algo parecido a Arabia Saudí y hacer de Trípoli [la capital] una nueva Dubai, una ciudad moderna, con rascacielos. Y nosotros queremos estar ahí cuando el 'boom' empiece".

Precisamente, uno de los pilares del desarrollo de NFD en Libia será la construcción de 2.500 viviendas en edificios de 12 alturas, dos hoteles, mezquita y centro comercial a ocho kilómetros de Trípoli. Proyecto éste del que se pueden encontrar antecedentes muy conocidos en la Comunitat Valenciana y que irá destinado a una emergente clase social: la de los libios que trabajan (y trabajarán) para multinacionales extranjeras.

Playas y riqueza arqueológica

El otro pilar del proyecto es el del turismo que facilita ese 95% de costa virgen pero también la riqueza arqueológica e histórica del país. Para el turismo de playa se proyecta en la ciudad de Albaida (la Albaida libia, no la valenciana) el complejo Alhamama que urbanizará 14 hectáreas con viviendas y hoteles.

Y para el turista que busca ruinas e hitos históricos estará, por ejemplo, un hotel junto a los restos romanos de Ghat, o el complejo de Ghadames. "Éste último -señala Ángel Olmos- está muy cerca de dónde se desarrolló la batalla de El Alamein [durante la II Guerra Mundial] y donde hay enterrados más de 30.000 soldados de los ejércitos aliados y nazis. Nuestra intención es atraer a los cientos de familiares que cada año acuden de todo el mundo a visitar las tumbas y que hoy en día no tienen un sitio dónde dormir o ni siquiera tomar un café".