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Un ex vigilante de seguridad de las Corts presentó ayer una denuncia en el juzgado de guardia contra dos ex compañeros y dos policias por abusar de las cámaras de seguridad de la Cámara. El denunciante, Francisco Calandra Reula, asegura en su escrito que los medios de seguridad exterior son utilizados para grabar domicilios particulares y enfocar de forma obscena a las mujeres que transitan por las calles que rodean el Parlamento valenciano.

Francisco Calandra, que estaba contratado por la empresa Garda Servicios de Seguridad, comenzó a trabajar en la vigilancia de las obras de ampliación de las Corts en la calle Salvador en diciembre y a finales de junio pasó al puesto de control de cámaras. Calandra relata en su denuncia que desde el principio fue testigo de "conductas y actitudes" que "atentan contra los principios fundamentales". Según explicó Calandra, confirmó sus sospechas cuando estuvo destinado varios días en el puesto de control.

El ex vigilante de seguridad, que fue despedido hace diez días, detalla en la denuncia cómo funciona el sistema de seguridad de las Corts, describiendo al juez que las cámaras exteriores son "casi todas móviles y con una gran potencia". El escrito revela que los vigilantes controlan cuarenta monitores y lamenta que los medios han sido utilizados para "actividades totalmente reprochables". Francisco Calandra detalla que las cámaras eran empleadas "para enfocar de manera continua a mujeres, parejas haciendo el amor e incluso domicilios particulares". El ex vigilante reproduce comentarios que supuestamente realizaban sus compañeros como "alumbra el callejón que hay una tía meando" o "el culo de esa mujer es de una zorrona".

La denuncia precisa los nombres de dos vigilantes y dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que están adscritos a la Autonómica como autores de los hechos. Calandra mantiene que la empresa de seguridad y los jefes de los agentes conocen la situación. El ex vigilante declaró que comunicó a su empresa lo que supuestamente estaba ocurriendo el 29 de junio, un mes antes de que lo despidieran.

Sin embargo, un portavoz de la empresa Garda en Valencia negó ayer que tuvieran constancia del caso y explicó que han despedido al denunciante porque tuvo "un comportamiento inadecuado".

Por su parte, los responsables de Seguridad de las Corts, que pertenecen a la Policía Autonómica, negaron ayer tajantemente los hechos. Un portavoz autorizado explicó a este periódico que, a raíz de que el ex vigilante planteara la queja, responsables de la policía revisaron las grabaciones completas de los cuatro o cinco días en que estuvo en el llamado "módulo" [despacho donde están todas los monitores] y "no se encontró nada anormal". Así se ha hecho constar en un informe "pormenorizado" que obra en poder de la presidenta de las Corts, Milagrosa Martínez, tras una investigación oficial en la que se ha tomado declaración a todo el personal afectado.

"Nada que ocultar"

"De todos modos, las grabaciones están aquí; las ponemos a disposición de quien quiera porque no hay nada que ocultar", enfatizó el mismo portavoz, que añadió que, usualmente, se realizan revisiones aleatorias para verificar un uso correcto de las cámaras por parte del personal de la empresa de seguridad. "Todo no se puede ver porque hay 96 cámaras, grabando 24 horas; ahora, si cogemos a alguien haciendo un uso indebido, lo echamos de inmediato. Es más, es su día se hizo una advertencia, sobre todo en el tema de los domicilios. Los vigilantes saben que se juegan el puesto de trabajo", enfatizó.

"Esa tía lleva tanga", "ahora enfócale la matrícula a esa..."

El denunciante, que fue candidato al Congreso por el partido Familia y Vida, incide en el escrito presentado en el juzgado de guardia que eran habituales comentarios como: "A esa negra la abriría en canal y me la fo...", "a esa tía le metería la p... entre los pechos", "ahora enfócale la matrícula a esa chica" o "esa tía lleva tanga y esa otra compresa". Calandra lamenta que después de visionar las imágenes eran constantes las frases del tipo: "qué, nos hacemos unas p....". Además, apunta que también hacían comentarios de tipo homófobo como: "Cuando estés con éste aprieta el culo" y "no te agaches".

Por su parte, los responsables de seguridad de las Corts insistieron en que no se graban los domicilios. El portavoz añadió que la mayoría de las cámaras están capadas para no captar las viviendas. Además, se quejó de que, en su día, el ex vigilante no concretó a quién denunciaba, "lo que hubiera permitido verificar inmediatamente los hechos".

El ex vigilante de las Corts ha denunciado a los dos agentes y a sus dos compañeros como presuntos responsables de un delito contra el derecho a la propia imagen y a la inviolabilidad del domicilio, que está castigado con penas de uno a cuatro años de cárcel. El denunciante ha pedido al juez que tome declaración como testigos a varios ex compañeros que, según él, conocen los hechos.