El ministro de Fomento, José Blanco, avanzó ayer que el desarrollo del corredor mediterráneo para viajeros y mercancías, obra fundamental para el futuro de la economía de la Comunitat Valenciana, se realizará en colaboración con el sector privado. Según Blanco, el apoyo de las empresas privadas permitirá impulsar "grandes infraestructuras", entre las que destacó el corredor mediterráneo, que será incluido en la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T) a principios de 2010, coincidiendo con la presidencia española de la Unión Europea.

El ministro aseguró que no ve "lógico", que este corredor "fundamental" no fuera incluido en 2003, cuando se definió por primera vez el trazado de la red. "No entiendo la razón" de esta exclusión, enfatizó. El titular socialista de Fomento afeaba con estas declaraciones al ex presidente José María Aznar, del PP, y a su ex ministro, Francisco Álvarez Cascos, bajo cuyo mandato quedó fuera de las redes transeuropeas esta conexión férrea. Además, en la misma época, la popular Loyola de Palacio era la Comisaria de Transportes de la CE.

El pasado 14 de mayo, se intensificó la polémica política a cuenta del eje mediterráneo. Aprovechando la visita del Comisario de Transportes, Antonio Tajani, a Valencia, tanto la alcaldesa Rita Barberá como el presidente del Consell, Francisco Camps, exigieron al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que reclame a las autoridades europeas la máxima prioridad para este proyecto.

El 19 de mayo el propio Congreso, a partir de una propuesta de Esquerra Republicana de Cataluña, apoyada por el PSOE y el PP, solicitó al Gobierno que el Corredor Mediterráneo esté en marcha en 2015. Las Corts Valencianes, con el respaldo del PP, PSPV y Compromís, también elevaron en mayo una propuesta a Zapatero para que se considere prioritario el eje. El acuerdo surgido del parlamento nacional, tal como publicó Levante-EMV, destacó por el nivel de detalle con el que se amarran las futuras decisiones de Fomento y por la concreción con que se especifican todas las provincias españolas -doce- que se verán implicadas en el trazado, que arranca en Cádiz y culmina en la frontera francesa.

De hecho, el relevo en el Ministerio de Fomento, al sustituir José Blanco a Magdalena Álvarez, ha confirmado la apuesta del nuevo responsable ministerial por esta obra que ha calificado en varias ocasiones como "una prioridad" para el ejecutivo socialista.

Sobre el concurso del sector privado en las futuras obras públicas, Blanco matizó ayer que no se contempla "ningún tipo de privatización de ningún servicios ferroviario". Ello no es incompatible, a su juicio, con la posibilidad que estudia el ministerio de realizar concesiones a empresas privadas para el mantenimiento de las infraestructuras, como ocurre con las autovías, o para impulsar otras inversiones necesarias en el país.