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El proceso de elección de la ejecutiva de la ciudad de Valencia que ha de timonear la refundación del partido tiene pinta de desarrollarse bajo el paraguas del consenso o de acabar en una de esas trifulcas orgánicas que han hecho historia en el PSPV. De momento, hay candidato oficial y se llama Salvador Broseta. Lo cual significa que cualquiera que tenga intención o legítimas aspiraciones de optar (desde la diputada y portavoz de Economía, Cristina Moreno, hasta la concejala Mercedes Caballero) ya es consciente de que desafía los deseos del líder. El secretario general, Jorge Alarte, tampoco se priva de expresar sus preferencias.

Alarte ha mantenido sendas reuniones en los últimos días con Moreno y Caballero y les ha trasladado que su candidato es Broseta. Fuentes próximas al secretario general indicaron que hizo saber a la diputada y persona de su confianza -forma parte de su ejecutiva- que no la ve en el papel de secretaria general de la ciudad. Alarte considera que Broseta y el grupo de jóvenes que lo acompañan representa mejor la idea de ruptura generacional que quiere trasladar al electorado de una ciudad en la que los socialistas no levantan cabeza desde que en 1991 perdieron el poder. Aunque el malestar en el partido es evidente, empezando por el sector de la minoría mayoritaria que lideran José Luis Ábalos y Rafael Rubio y que apoyó a Alarte, varias fuentes coinciden en que es improbable que se articule una alianza que desafíe la voluntad del secretario general.

El proceso de refundación en marcha, previa disolución de las agrupaciones anteriores, ha generado por ahora más cabreo en el partido que ilusión en los aledaños. Fuentes oficiales indicaron que el censo ha pasado de 2.019 a 2.055. Voces críticas dicen que se han perdido 150 afiliados en el camino. La campaña de afiliación anunciada con el objetivo de duplicar el número de militantes será abordada por la ejecutiva que emane del congreso de la ciudad, aunque se dijo que se haría mucho antes.