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El Bloc comenzó ayer a trabajar con el objetivo de mantener su presencia en las Corts tras las elecciones de 2011. La dirección de los nacionalistas, tras el fracaso de una alianza con EU que no se reeditará en 2011 y sabedores de que acudir en solitario a las autonómicas es un suicidio a tenor del creciente bipartidismo, abrió en el Consell Nacional de ayer dos vías -municipal y autonómica- para lograr pactos electorales y aumentar su mercado de votantes.

Por un lado, el Bloc se ha marcado como reto pasar de las 220 listas locales de 2007 a 300 en las próximas elecciones municipales, llegando a un 92% del electorado, explicó Lluís Melero, secretario de Organización del Bloc. Para ello, los nacionalistas van a buscar acuerdos con agrupaciones independientes en municipios como Xàbia, Benissa o Beneixama; pero también con colectivos -ecologistas, por ejemplo- en comarcas poco propicias al voto nacionalista.

La idea, más allá de incrementar la implantación local, es que esa "gran plataforma municipalista" impulse el voto autonómico y obtener el plus necesario para superar el listón electoral del 5%. Y es que los partidos con los que pacten en los municipios deberán pedir el voto para el Bloc en las Corts, explicaron.

En paralelo a esto, los nacionalistas van a abrir los próximos días un calendario de conversaciones encaminadas a conseguir una gran alianza de ámbito autonómico: un Compromís, versión ampliada y mejorada, pero sin Esquerra Unida. Iniciativa del Poble Valencia, partido cuya cabeza visible es la diputada Mònica Oltra, sería uno de los aliados naturales en esta nueva experiencia; pero también Projecte Obert, grupo de escindidos de Esquerra Unida liderados por Joan Ribó y Josep Bort; u Opció Nacionalista Valenciana, presidida por Carles Chobí, que representa el sector más pactista del valencianismo político. A ellos se suman grupos ecologistas con implantación como Els Verds liderados por Joan Francesc Peris, o Els Verds-Esquerra Ecologista, de Carles Arnal.

Pactos antes de junio de 2010

Como fin último de esta estrategia, que tiene junio de 2010 como tope para aclarar el mapa de pactos, el partido de Enric Morera busca colonizar lo que ha bautizado "espai valencià de progrés". Es decir, el "ámbito político valencianista, ecologista y de centro izquierda", pero también los "desencantados con un PSPV que quiere renunciar a sus siglas históricas".

Así, el partido de Morera busca nuevos votantes en los alrededores del PSPV, así como en las sensibilidades que en los últimos años han ido saliendo de EU -enemigo natural por este tercer espacio-, a quien presenta como un partido "identificado únicamente con el Partido Comunista" y alejado de la "clave valencianista" de años atrás.