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Los cantos en pro del diálogo y la mano tendida de los nuevos responsables del PP hacia la oposición se evaporaron ayer. Los 54 votos de los populares aprobaron en solitario el Presupuesto de la Generalitat para 2010, que asciende a 14.392,8 millones, mientras los 41 diputados presentes de la oposición (PSPV, Compromís y EU) votaron en contra. Tras cuatro días de sesiones de mañana y tarde, el grupo del Gobierno admitió a la oposición una de las 2.280 enmiendas que quedaban "vivas" para el pleno. La propuesta (de Compromís) fue aceptada tras las protestas de los afectados de los centros concertados de educación especial, que habían visto recortadas sus ayudas en un 35% para 2010.

Con todo, cabe señalar que en el pasado fue todavía peor. De hecho, desde hacía tres años el PP no había asumido ni una enmienda a la oposición en el debate en el pleno de presupuestos. Pero además, los 775.000 euros que cambió de sitio la enmienda consensuada es el mayor movimiento de fondos es muchos ejercicios. A esta propuesta se añade la modificación de la ley de protección de los animales -en la ley de acompañamiento a los presupuestos-, también forzada por las protestas de los colectivos.

La ausencia de la mayoría de diputados durante casi todo el debate ha sido la nota negativa. El mismo presidente Camps sólo asistió ayer unos minutos a las votaciones finales -ni siquiera se esperó a escuchar la explicación de voto de los grupos, incluido el suyo-, y el titular de Economía, Gerardo Camps, estuvo el primer día y luego prácticamente ni se ha pasado.

Ayer, el diputado del PP Rafael Ferraro se abstuvo al presupuesto de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, al igual que la oposición, mientras su grupo respaldaba las cuentas de la entidad normativa en valenciano. Ferraro discrepa de las normas dictadas por la AVL.

Cierre por no pagar

En la explicación de voto, el portavoz del PP, Rafael Blasco, sostuvo que los presupuestos, que se incrementan un 0,7%, "son el arma más efectiva para hacer frente y salir de la crisis económica" porque son "realistas y austeros". Por contra, la portavoz de Economía socialista, Cristina Moreno, advirtió que las cuentas son insuficientes para salir de la crisis y exigió al Consell que, al menos, pague a los proveedores. Moreno denunció que la firma que lleva la limpieza del área de salud de Dénia ha comunicado a los trabajadores que tendrá que cerrar este mes porque el Consell no le paga desde hace un año.

Mireia Mollà (Compromís) lamentó que el PP no haya demostrado en estas cuentas "coherencia" con el contexto económico, ya que no se han incluido líneas para "reconducir" esta situación y se fía todo a un Plan Confianza que no es más que "propaganda pura y dura". Lluís Torró (EU) señaló que el de ayer fue un día de "duelo" para los valencianos por la aprobación de unas cuentas que "no responden" a una situación de crisis y de paro.

El portavoz popular de Cultura defiende el castellano como lengua que entienden todos

El nuevo portavoz de Cultura del grupo popular en las Corts, Andrés Ballester, de Orihuela, se estrenó ayer en el pleno con un alegato en favor del castellano como lengua que entienden todos los valencianos. Ballester inició su intervención en el debate de presupuestos agradeciendo que el PP confiara Cultura a "un oriolano como Miguel Hernández, el más insigne de los oriolandos". "Y pensando en ellos y en los valencianos, los del norte, los del sur y los del centro, permítanme que me dirija desde esta tribuna a todos los valencianos en la lengua de Miguel, en castellano", lengua "que nos permite entender a todos lo que desde aquí, desde esta casa, la casa de todos los valencianos, se dice y se legisla para la mejor convivencia de nuestros paisanos", afirmó el popular.

En su debut, Ballester, en su afán de hacer méritos, se pasó de frenada en una intervención en la que aludió a Zapatero como el "amo" de los socialistas y el "señorito" o habló de la "ama Teresa", en referencia a Fernández de la Vega. El tosco estilo llevó después a una compungida Jeannette Segarra (PSPV) a confesar que no tenía palabras para calificar la "falta de respeto" al presidente. "Me parece una falta de educación", lamentó.