­¿En qué punto de desarrollo se encuentra la VIU?

Desde el punto de vista tecnológico tenemos construido entre el 85 y el 90%, aunque vamos a introducir aplicaciones más potentes. Ahora toca generar más oferta formativa de calidad y reconocida oficialmente. Ya tenemos en marcha el Máster en Resolución de conflictos en el aula, y especialidades en Periodismo Deportivo o Cinematografía y Televisión. Pronto esperamos tener otras titulaciones oficiales.

¿De qué ámbitos?

Siempre nos moveremos, preferentemente, en torno a tres grandes ejes: Periodismo y Nuevas Tecnologías; Educación; y Cinematografía y Televisión. También tenemos títulos específicos de Ciencias del Deporte únicos en la universidad española.

Y con gran tirón social…

Sí, procuramos convertir en cursos formativos los temas que más interesan a la sociedad.

¿Cuántos alumnos tienen?

A día de hoy, 387 alumnos. Y las previsiones son de llegar a mil estudiantes antes de final de curso.

¿Cuál es la proporción de extranjeros?

Por cada dos estudiantes españoles tenemos a ocho extranjeros, especialmente latinoamericanos. Argentina y Colombia son los países más representados.

¿Y ya tienen a profesores de renombre?

Sí. En la VIU hay profesores titulares de plantilla y consultores que explican temas concretos a través de vídeos y videoconferencias. Como consultores tenemos a Karen Schlanger, terapeuta familiar, a Richard Tremblay, experto en problemáticas de adolescentes, o a los entrenadores de fútbol Rafa Benítez y Quique Sánchez Flores.

Explíquele a un niño cómo funciona esta universidad virtual?

Muy fácil. Hasta ahora conocíamos universidades on line en las que el aprendizaje se basaba en textos y en interacciones escritas con los profesores. La VIU, en cambio, es una universidad virtual basada en vídeos y videoconferencias interactivas de los profesores, y los textos que ofrecemos contienen elementos de audio e imagen. Nuestras interacciones, además, no son por mensajería y foros, sino en videoconferencias.

¿Qué ventajas tiene este modelo educativo?

Las ventajas son tremendas. La docencia es muy personalizada y no tan fría como en el e-mail. También es fundamental el uso del vídeo en áreas en las que hay que ver las cosas, como las Ciencias del Deporte o el cine.

¿Y cuánto cuesta de media?

Para los latinoamericanos, que es nuestro gran mercado, un curso oscila entre los 1.000 y los 1.300 euros. Segmentamos precios según el país.

¿Cómo han respondido los primeros estudiantes?

Eso ha sido lo más grato. Ellos opinan que se requiere un gran esfuerzo para seguir este tipo de docencia, pero que la metodología es muy adecuada para aprender en profundidad. Y hay un consenso: es una educación muy humana y personalizada.

Pese a las reticencias del mundo académico tradicional…

Mire: la flecha del tiempo es inexorable. Otros países que están marcando la pauta demuestran que se impone la docencia virtual. La docencia presencial seguirá existiendo, pero cada vez más reconvertida en docencia mixta con más carga de virtualidad.

No será la VIU, como auguraban sus críticos, el sueño de una noche de verano…

¡Qué va! No. Usted ahora está escribiendo mis respuestas con bolígrafo y papel. ¿Pero qué hará después?

Transcribirlas en el ordenador…

Sí, y aunque esta entrevista salga impresa, también se colgará en «www.levante-emv.com», y yo mañana la visitaré en la web. Igual que pasa en el periodismo, la educación se halla en un proceso de reconversión. No será nada traumático, sólo requiere el esfuerzo de todos.