?El pleno del Consell aprobó ayer iniciar los trabajos preparatorios para celebrar "con todo su esplendor" el 200 aniversario de la Constitución española de 1812. El anuncio lo hizo ayer la portavoz del Gobierno valenciano, Paula Sánchez de León, quien se limitó a explicar que todos los departamentos implicados en esta celebración -citó las conselleries de Cultura, Justicia y Gobernación- han comenzado ya a trabajar para diseñar en 2012 un programa a la altura de esta conmemoración. De León añadió que el Consell quiere dar "todo el significado e importancia que el citado texto ha tenido en nuestra historia".

La Carta Magna de 1812, uno de los textos de referencia del liberalismo europeo, fue conocida popularmente como "La Pepa" porque su aprobación tuvo lugar el 19 de marzo, día de San José. Se trata de una fecha clave para los valencianos, si bien en los años en que se constituyeron las Cortes de Cádiz las fallas no pasaban de ser un "festejo incipiente y marginal", en palabras del historiador y experto en las fiestas josefinas Gil Manuel Hernàndez. Habrá que esperar a finales del XIX y principios del XX para que la fiesta se oficialice y se convierta en un pilar más del poder. Como recuerda Gil Manuel en los años en que se aprueba la Constitución de 1812 los festejos que se celebraban en Valencia estaban vinculados a la protesta social.

Pero al margen del significado del día de San José en la cultura popular, los valencianos tuvieron un papel importante en las Cortes de Cádiz, el primer intento serio de transformar el Estado del Antiguo Régimen en un Estado Liberal. De allí, y en un contexto de lucha por la independencia del dominio francés, surgió la primera Constitución de la historia de España (sin contar el Estatuto de Bayona cuya vigencia fue muy limitada) y la única que estuvo vigente en otros estados, como Méjico, según recuerda el profesor de Derecho Constitucional, Manuel Martínez Sospedra.

El papel de Joaquín Lorenzo

Y es que entre los diputados que participaron en los debates de aquellas Cortes hubo una destaca representación de valencianos que, en algunos casos, dejaron huella. Es el ejemplo del sacerdote, natural de Xàtiva, Joaquín Lorenzo Villanueva, quien trabajó por la abolición de la Inquisición. De hecho, gran parte de la política religiosa de las Cortes fue inspirada por este valenciano liberal, odiado especialmente por los diputados realistas. El religioso acabó en el exilio y murió en Dublín.

Valencia fue también escenario del fin de las conquistas del liberalismo. Fernando VII, a quien las Cortes habían inhibido de sus facultades hasta que jurarse la Constitución, llegó a Valencia en 1814, desde donde proclamó la vuelta del Antiguo Régimen y la invalidez de la Pepa. Ordenó la detención de los diputados y personalidades liberales, entre ellos la del sacerdote Lorenzo Villanueva.