La querella presentada por el PSPV contra el presidente Francisco Camps, y otros 16 cargos públicos y empresarios ha hecho un daño irreparable en las relaciones institucionales entre los populares y el principal partido de la oposición. El veto al ex diputado socialista José Camarasa a la vicepresidencia de Bancaja evidenció que Camps ha hecho cruz y raya a los que, repite su entorno, lo quieren meter en la cárcel. La ruptura, además, debe llegar a las formas.

Al menos, así lo considera el portavoz del grupo popular en las Corts y conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, quien ayer recomendó a los diputados que nieguen el saludo "a quienes nos ponen querellas". Blasco hizo este comentario en la reunión del grupo parlamentaria celebrada a puerta cerrada con anterioridad al pleno de las Corts. Según varios de los presentes, el síndic popular animó a los populares a ser "más duros y contundentes" con la oposición e incluso les instó a negar el saludo "a quienes nos ponen querellas y nos quieren meter en la cárcel", en clara alusión al PSPV y, en concreto, a los firmantes de la querella. La reflexión se produce 48 horas después del auto del Tribunal Superior de la Comunitat Valenciana en el que se declara incompetente para investigar la querella socialista sobre financiación irregular del PP, pero reconoce "actuaciones sospechosas" de aforados. La resolución judicial ha escocido a la cúpula popular, que esperaba el archivo de las actuaciones. Sin embargo, de cara a la galería, los populares mantienen la interpretación de que el alto tribunal valenciano ha dado carpetazo al asunto.

Pero esta semana no todas las noticias procedentes de los tribunales han sido malas. El archivo de una de la causas abiertas contra el presidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra, dio alas ayer a quienes en el PP creen que en muchos casos se condena de antemano e injustamente a cargos públicos sólo porque un juez les impute sin tener en cuenta como evoluciona la causa. Según varios diputados presentes en la reunión, el comentario del archivo de la causa contra Fabra propició la intervención del alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, en su día también imputado por un presunto pelotazo urbanístico. Hernández Mateo pidió más apoyo del partido "en los momentos difíciles". Blasco le tomó la palabra y propuso que la dirección del grupo envíe una carta de respaldo a todos aquellos diputados que por un motivo u otro hayan resultado inmersos en un proceso judicial.

El caso Gürtel se coló de nuevo en el primer pleno ordinario del nuevo período de sesiones y generó un pequeño rifirrafe entre la oposición y el PP. El diputado del PP César Augusto Asencio retomó la teoría de la conspiración y aseguro que sobre el caso Gürtel "no hay nada". "Los demás -añadió- son meras especulaciones de cierta policía condecorada muy oportunamente con aumento de emolumentos y una fiscalía muy bien coordinada mediáticamente".

Ha añadido que lo que hay también es "una Fiscalía muy bien coordinada mediáticamente", y que a los socialistas les molesta que lo diga porque "ese es el único caso Gürtel que queda aquí, el de ustedes y la movilización, y las cajas nocturnas", porque "no ha habido más".