El futuro es un borrón gris sin apenas perspectiva para cuatro mil familiares y personas con enfermedad mental de la Comunitat Valenciana que, a través de las 26 organizaciones integradas en la federación autonómica (Feafes), resuelven más de la mitad de las demandas y servicios que se proporciona a los afectados.

La demora de la Conselleria de Bienestar Social y de la Conselleria de Sanidad en abonar las subvenciones -todavía están pendientes las del año pasado- y el recorte de un 10% a un 30% del presupuesto de este año ponen en peligro los recursos básicos que se prestan a este colectivo, como los centros de reinserción social y pisos tutelados.

La Federación ha expresado que tras varios meses de adelantar el dinero para financiar el mantenimiento de los centros, programas y servicios, los fondos de las asociaciones están agotados, "lo que hace peligrar la continuidad de unos centros y servicios que funcionan desde hace más de diez años". Para encarar la situación, Feafes ha convocado una reunión urgente para exigir a las consellerias que paguen las ayudas y tomen las medidas adecuadas para que "este sector tan vulnerable y desprotegido no se convierta en uno de los principales damnificados de la crisis".

El porvenir está sembrado de desesperanza y dudas ya que Feafes teme que si la Generalitat Valenciana no abona con premura las subvenciones comprometidas, se verán obligados a prescindir de trabajadores, lo que menguará sensiblemente la calidad de la asistencia que se presta.

Tres meses sin cobrar

En estos momentos hay empleados que llevan tres y cuatro meses sin cobrar. Y préstamos que devoran las pequeñas economías de las asociaciones de familiares.

El presidente de Feafes, Julián Marcelo declaró ayer a Levante-EMV que si las consellerias no pagan con premura, "los centros se mantendrán abiertos pero con una reducción de la calidad. "Estamos en la misericordia y a la cola de los servicios sociales de España y la perspectiva empeora", agregó.

El responsable de la Federación agregó además que la mayor parte de las personas con enfermedad mental, "ni lo conocen".

Marcelo puso el ejemplo de la esquizofrenia que afecta a un 1% de la población, por lo que en la Comunitat Valenciana tendría que haber 50.000 casos diagnosticados, "pero solo hay 10.000, el resto están perdidos".