Una interna del Centro Penitenciario de Picassent ha preferido perder sus beneficios penitenciarios, entre ellos el régimen en tercer grado, antes que regresar a su puesto de trabajo por miedo a su ex pareja. Según las denuncias de la víctima, su ex novio la acosaba durante su jornada de trabajo, le había amenazado de muerte e incluso llegó a producirle cortes con un cúter en uno de los permisos.

Pese a las denuncias de malos tratos presentadas por la víctima, la dirección del centro penitenciario ha ordenado su regresión a segundo grado, retirándole así el régimen de semilibertad. Los responsables del centro alegan el "incumplimiento reiterado de la normativa del régimen de confianza", al haber abandonado la interna su puesto de trabajo en varias ocasiones.

María José A. F., de 32 años y madre de tres hijos, cumple condena por un delito de estafa. Hace unos meses la dirección de la cárcel de Picassent le concedió el tercer grado, tras cumplir un tercio de la pena. El régimen le permitía salir de prisión de día y los fines de semana, con la condición de realizar trabajos en beneficio de la comunidad, según apuntan fuentes jurídicas.

Acosada por su ex novio

En diciembre el ex novio de María José se presentó en la calle Del Mar del Puig, donde la mujer se encontraba trabajando como barrendera. Según consta en la denuncia presentada por la víctima, Jesús R. C. le tiró el carro de la limpieza mientras le insultaba llamándola "perra". Posteriormente, el presunto maltratador cogió un cúter e intentó acuchillar a su ex, llegando a ocasionarle cortes en el brazo.

"Me tiró a cortar a la altura de la cabeza, con la suerte de que mi reacción fue taparme y llegó a cortarme en el brazo", relató en una carta la reclusa en Picassent. "Aunque llevaba puesto un plumífero, aún doy gracias a Dios porque, si no llego a reaccionar así, lo más probable es que hoy no pudiera estar escribiendo estas letras", confiesa la víctima en su misiva.

Durante varias semanas la mujer sufrió el acoso de su ex compañero sentimental, quien iba a buscarla a su puesto de trabajo. Además, la víctima recibió dos mensajes en su ordenador con amenazas de muerte.

En otro permiso, el presunto agresor abordó a María José a la salida del centro penitenciario de Picassent. Según relató la mujer en su denuncia ante la Guardia Civil, cuando salía de prisión, conduciendo su coche, un vehículo se interpuso en su camino impidiéndole el paso. Acto seguido salió del arcén Jesús R. C., quien entró por la fuera en el coche y le golpeó la cabeza contra el cristal. "Puta, para el viernes quiero que me des 1.000 euros o te voy a matar", le amenazó mientras la cogía de los pelos y le ponía una navaja en el cuello.

Después de estas agresiones y temiendo por su vida, la víctima dejó de ir a trabajar, para no encontrarse a su agresor. "Temía por mi vida y como no he ido a trabajar me han quitado el tercer grado", se lamenta María José.

La Junta de Tratamiento del centro penitenciario donde se encuentra cumpliendo condena la mujer acordó regresar a la interna a segundo grado. Según el escrito de Instituciones Penitenciarias, se achaca la retirada del régimen de semilibertad al "incumplimiento reiterado de la normativa propia del régimen de confianza y a un comportamiento irresponsable". La reclusa ha recurrido la decisión al juzgado de vigilancia penitenciaria alegando que dejó el trabajo por miedo a su ex novio.