Santiago Dexeus recomienda la prevención como mejor arma para combatir el cáncer y lamenta el revuelo que se montó con las dos niñas de Valencia que tuvieron reacciones a la vacuna contra el virus del papiloma humano por su efecto perjudicial en una campaña preventiva que considera esencial para atajar el cáncer de cuello de útero que causa dos mil muertes anuales sólo en nuestro país.
¿Se llegará a descubrir el remedio contra el cáncer?
Bueno, la ciencia no es tan exacta. Se decía que el científico está entre el físico y el filatélico. Los genes del genoma humano significan tan sólo el dos por ciento de todo el ADN. No es fácil llegar a abarcarlo todo. Lo mejor que se puede hacer para combatir con efectividad el cáncer es prevenirlo con vacunas y con pruebas diagnósticas para conseguir una detección precoz, cuando todavía se puede actuar contra el tumor con éxito.
¿Defiende por tanto la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) causante del cáncer de cuello de útero?
Rotundamente sí. El caso de las dos adolescentes de Valencia que mostraron reacciones alérgicas a la vacuna resultó muy dañino para un antídoto que es eficaz en la lucha contra este mal que provoca dos mil muertes anuales en nuestro país. La prensa se cebó en esos casos aislados y se hizo mucho daño a las campañas de prevención. Si siempre actuáramos así ahora no estaríamos vacunando a la gente contra la viruela o el sarampión.
¿Es cierto que aboga por vacunar contra el VPH tanto a hombres como a mujeres y hasta los 45 años de edad?
La población diana de esta vacuna han de ser los jóvenes en el momento en que están iniciando sus relaciones sexuales. Pero también las mujeres y los hombres de cierta madurez que se mantienen sexualmente activos. El ochenta por ciento de la población se contagia en un momento u otro con el virus del papiloma humano. El periodo en el que las mujeres tienen más riesgo de desarrollar un cáncer de cuello de útero es el que va desde los 45 a los 55 años.
¿Influye la forma en que vive una sociedad y los hábitos que impone en el desarrollo de algunos tipos de cáncer?
Por supuesto. Se ha demostrado en los casos de cáncer de pulmón que han proliferado tras décadas de gente fumando sin mesura. Sin embargo también hay que tener en cuenta la predisposición genética de las personas para desarrollar un tumor. Mi padre, por ejemplo, fumó toda su vida y vivió hasta los noventa años.
Estamos en un momento de grave crisis, ¿llegaremos a ver instaurado el copago sanitario?
Lo que hay que hacer es no abusar del sistema sanitario público. Nuestro sistema de salud es impresionante y muy bueno. Aunque quizá sea demasiado audaz y esté dando unas prestaciones que a lo mejor no puede mantener en un futuro no muy lejano.
¿Implicará esta crisis y el recorte presupuestario que conlleva una peor asistencia sanitaria a la población?
No lo sé. En definitiva, lo que busca el paciente y todo ser humano es amar y ser amado. Yo siempre he abogado por una atención sanitaria humana.
¿Qué opina de la nueva ley del aborto?
La verdad que en este asunto, como en muchas otras cuestiones, hemos empezado la casa por el tejado. El aborto es en definitiva un fallo en la educación sexual. Que se imparta una buena educación en las escuelas y no tendremos estos embarazos indeseados que llevan a tomar drásticas soluciones.
¿Le parece bien que una adolescente de dieciséis años pueda abortar sin el conocimiento de sus padres?
Si esto sucede así, sobre todo estamos hablando de un fracaso en las relaciones familiares
¿Qué opina sobre la píldora postcoital?
Que este remedio de urgencia no debería de ninguna manera generalizarse como un método anticonceptivo. Hace poco se publicó una encuesta en un diario de tirada nacional en la que preguntaban a adolescentes de diferente sexo si habían tenido relaciones con penetración. Y por sus respuestas se podía deducir que daban a estas relaciones la misma importancia que tomarse una coca cola. Y ese es el problema. Los jóvenes tienen relaciones sexuales sin amor ni aprecio hacia la otra persona. Y si no cambiamos esta manera de educar a nuestra juventud tendremos dentro de poco una sociedad ingobernable.
¿Para cuándo el parto sin dolor?
Ya existe el parto sin dolor. Acabo de someterme a una intervención en la que me han puesto la epidural y no he sufrido nada. Tendría que haber visto los paritorios en los que trabajaba mi padre, con catorce o quince mujeres pariendo y gritando al mismo tiempo. Allí sí había dolor.
¿Intenta recuperar su nombre familiar con la fundación Escuela Dexeus?
Por supuesto. La Fundación Dexeus y la clínica del mismo nombre han quedado en manos de mis antiguos socios y yo no quería renunciar al nombre de mi familia porque, que yo sepa, no hay ninguna ley en este país que le impida a uno usar su nombre familiar. Y yo no me considero ningún bastardo.
