Laura Ballester

albacete

Fotos de manuel molines

Un tren de alta velocidad circuló ayer por primera vez con pasajeros por la línea de alta velocidad a la Comunitat Valenciana, entre Pozorrubielos de la Mancha (Cuenca) y la estación de Albacete. El Siemens 112, más conocido como "el pato", recorrió en veinticuatro minutos los 59 kilómetros que separan ambas poblaciones. Aunque tanto la plataforma ferroviaria como el tren permiten alcanzar los 350 kilómetros por hora, el convoy no superó los 201 km/h en ningún momento (los Alaris y los Euromed alcanzan los 220 kilómetros por hora).

Pero el trayecto resultaba emocionante para la mayoría de viajeros por su simbolismo. Era el primer viaje en pruebas en la línea de alta velocidad, trece años después de que Fomento encargara al entonces Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF, el antecesor de Adif) que construyera la línea, y casi diez años después del Pacto de Murcia en el que se consensuó el trazado de la línea. El último párrafo del trato preveía que "en atención a la situación estratégica de la ciudad de Albacete como nudo de comunicaciones ferroviarias, ninguno de los tramos de la línea de alta velocidad entrará en servicio antes que los que afecten a esta ciudad".

Y ésta parece haber sido la razón de peso por la que Albacete ha sido la protagonista en el primer viaje en pruebas. Otras partes de la línea están igual de "maduras" a nivel de ensayos en materia seguridad e, incluso, se ha llegado hasta Chiva, según fuentes de Adif. Pero ha sido Albacete quien se ha llevado el gato al gua. De hecho, el ministro eludió una pregunta "foránea" con la excusa de que "cuando esté en Cuenca hablaré de Cuenca y cuando esté en Valencia hablaré de Valencia. Hoy toca Albacete". No obstante, en atención a los periodistas desplazados desde Valencia (en autobús hasta Cuenca, facilitado por Adif), el ministro Blanco adelantó que "el 13 de octubre haremos en Valencia lo mismo que hoy hemos hecho aquí", un viaje en pruebas hasta la Estación de Alta Velocidad del "Cap i Casal", donde se ultiman los detalles técnicos en señalización y electrificación.

Al llegar a la estación de Albacete (se ha modernizado la que existía, con una inversión de 48 millones de euros), el ministro de Fomento José Blanco, el presidente de Castilla-La Mancha José María Barreda, y la alcaldesa de Albacete, Carmen Oliver tocaban el morro del "pato", como es conocido el AVE Siemens 112, mientras exclamaban, como si n se lo acabaran de creer: "¡Ya está aquí el AVE, y es de verdad!", en presencia de los presidentes de Adif, Antonio González, y de Renfe, Teófilo Serrano, y una numerosa comitiva de autoridades manchegas. Posteriormente, en una visita a contrarreloj, se abrió al público por primera vez el Centro de regulación y Control de Albacete, que vigilará todo el tráfico ferroviario de la línea de alta velocidad Madrid-Castilla-La Mancha-Comunitat Valenciana-Murcia. La sala de control de 400 m2 de superficie y 30 pantallas ha costado 5,5 millones de euros, más los13,2 millones de inversión tecnológica en el sistema Da Vinci, una especie de "gran hermano" de la línea de alta velocidad que integra el control de tráfico centralizado, las comunicaciones fijas y GSM-R, la señalización, los sistemas de seguridad, los sistemas de planificación y regulación, el telemando de energía, la video-vigilancia y el control de las instalaciones y la infraestructura de las estaciones en los primeros 438 kilómetros de alta velocidad que se pondrán en marcha "antes de que acabe el año", según el presidente de Adif.

Centro logístico de la línea Madrid-Valencia

El ministro José Blanco quiere potenciar las mercancías por ferrocarril (un 4% en España frente al 18% en Europa), por lo que ha diseñado una red (aprovechando las líneas convencionales que libera el AVE) de la que ayer adelantó dos trazados: el Madrid-Valencia, que tendrá "un centro logístico intermodal en Albacete" y la conexión "Portugal-Mediterráneo". Blanco celebrará con las autonomías en septiembre una conferencia sectorial para pactar las líneas maestras de este nuevo plan.