Desde el Lazarillo de Tormes hasta nuestros días la picaresca española siempre se las ha ingeniado para obtener un beneficio mediante engaños y argucias de todo tipo, y más aún en tiempos de dificultades económicas como es el caso de muchas familias y empresas de hoy en día. Al conocido fraude a Hacienda, en el que muchos intentan sacar partido de la forma más taimada posible, se suma ahora una modalidad que ha ganado adeptos y a la vez delincuentes en estos últimos años. El fraude de fuido eléctrico.

De hecho, fuentes de Iberdrola aseguran que en tan sólo nueve meses de este 2010 se ha defraudado en la Comunitat Valenciana cerca de 58,8 millones de kilovatios hora, tanto por particulares como por empresas. Teniendo en cuenta que el precio medio del KW/h está en torno a los 0'1177 ?/KWh, la cifra de dinero defraudado en luz eléctrica supera los seis millones y medio de euros.

El caso más llamativo es el de dos conocidas empresas valencianas, las cuales están implicadas en un fraude de más de 600.000 euros tras haber contratado a un electricista para que les manipulara los contadores de la luz de varios de sus establecimientos, como destapó Levante-EMV hace una semana. Mediante este método fraudulento las empresas lograron reducir considerablemente sus costes de energía eléctrica durante varios años.

Esta práctica, que tanto particulares como empresas están empezando a solicitar a técnicos o personas con unas nociones básicas de electricidad, esta considerada un delito tipificado en el artículo 255 del Código Penal.

Fuentes de la compañía eléctrica insisten en que la detección de este tipo de irregularidades conlleva denuncias ante la autoridad judicial y el corte del suministro.

En lo que llevamos de año Iberdrola ha realizado un total de 32.000 inspecciones en instalaciones eléctricas de la Comunitat Valenciana por posibles fraudes eléctricos. Como consecuencia de ello se han abierto 7.792 expedientes por irregularidades en el fluido eléctrico, según apuntaron fuentes de Iberdrola .

Responsables de la compañía destacan que los ciudadanos deben ser conscientes de que cuando defraudan energía se está perjudicando económicamente al resto de los consumidores, ya que se asigna las pérdidas al calculo de las siguientes tarifas, lo que conlleva un incremento de las mismas.