El 81% de los viajes entre Valencia y Madrid se hicieron en 2009 por motivos de negocio. Un dato objetivo que matiza la idea muy extendida de que la Comunitat Valenciana es la playa de de Madrid. Aunque a los habitantes de la capital de España también les gusta pasar el tiempo libre a orillas del Mediterráneo. "El 39% de los ciudadanos madrileños, 2,04 millones, realizaron viajes de ocio a Valencia en 2009". Y cada uno viajó en más de una ocasión, si se tiene en cuenta que "en 2009 se realizaron 3,4 millones de viajes de ocio, un promedio de 1,6 por ciudadano de la capital de España". Son datos que ayer desveló la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez Piñero, en las jornadas "El AVE Comunitat Valenciana-Madrid, un recurso económico", organizadas por la Cámara de Comercio de Valencia. La cita sirvió para que el director del Centro de Estudios Económico Tomillo, el economista valenciano, Juan Carlos Collado, desgranara datos del macroestudio sobre el impacto del AVE en el que han entrevistado a 800 empresas madrileñas, 404 ejecutivos y 500 ciudadanos para que expliquen los servicios que más utilizan y los que consideran hay que mejorar.

Los ejecutivos que viajan desde Madrid reclaman, sobre todo, más hoteles de cinco estrellas (aunque a los que hay les conceden una elevada puntuación en calidad) y conexiones de internet/wifi. Otros servicios que echan en falta son más aparcamientos, servicios de taxis y de coches de alquiler, por este orden. O tiendas especializadas y de Gourmet, además de salas de reuniones en establecimientos que no sean los Palacios de Congresos o recintos feriales. También esperarían que hubiera una mayor oferta de galerías de arte y exposiciones, visitas fuera de la ciudad y campos de golf.

Los turistas que visitan la Comunitat Valenciana, que buscan sobre todo la gastronomía local y las playas, desearían que aumentara la oferta de hoteles de tres estrellas, los restaurantes con chef de alta calidad, mayores servicios de internet y wifi, o servicios de animación sociocultural. También suspenden la oferta de taxis y de aparcamientos, echan de menos una mayor oferta de "restaurantes internacionales o exóticos". También opinan que debería mejorar la cantidad de visitas fuera de Valencia que se ofrece, los servicios de tumbonas y duchas en la playa o la oferta de deportes naturales y acuáticos.

Las previsiones económicas del Centro de Estudios Tomillo es que después de la llegada del AVE, 40.000 empresas madrileñas contemplan expandirse en la C. Valenciana y que entre 250.000 y 260.000 tendrán algún tipo relación con Valencia (el estudio sólo analiza la relación con el Cap i Casal). La mala noticia será que, al reducirse el tiempo de viaje, las pernoctaciones se reducirán sensiblemente, por lo que "habrá que buscar motivos y una oferta de calidad para que los visitantes se queden", advirtió Rodríguez Piñero.