Una porción de proteína humana que se encuentra en el interior de todas las células podría ser el futuro para evitar las recaídas tumorales. Esta es una de las conclusiones preliminares a las que ha llegado Jesús Ferre en el trabajo final de carrera que ha ganado el segundo premio de Ciencias Biomédicas del IX certamen universitario Arquímedes que convoca el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Jesús Ferre, que ha estudiado Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, ha desarrollado su trabajo de laboratorio en el Centro Regional de Investigaciones Biomédicas de Albacete, dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha, bajo la dirección de la doctora Carmen Ramírez Castillejo y la tutoría de José Ramón Murguía Ibáñez de la UPV.

Ferre explicó a Levante-EMV que desde hace diez años se conoce que los tejidos tumorales funcionan como los tejidos normales. El investigador indica que existe una jerarquía celular y que en lo más alto está la célula madre, que es la que da origen a todo el tejido.

Esta célula, que se encuentra en cantidades muy reducidas, normalmente permanece en un estado de quiescencia y estabilidad. Y solo se divide cuando es estrictamente necesario para la pervivencia del tejido.

Llegado este momento, esta célula madre se divide en otra célula madre idéntica y en otra célula más diferenciada que se encuentra un poco más abajo en la jerarquía del tejido, y que es la que se divide de forma muy rápida para regenerar el tejido. Este proceso de división biológicamente asimétrica se denomina autorrenovación y garantiza la existencia de una estirpe de célula madre.

A partir de aquí es donde arranca el trabajo premiado del estudiante de la Politécnica que para realizar su investigación introduce un nuevo elemento: la proteína PEDF, cuyas siglas en inglés significan Factor Derivado del Epitelio Pigmentario (de la retina), que se encuentra en todas las células del cuerpo humano.

Trabajos anteriores han demostrado que esta proteína PEDF tiene un relevante papel en la renovación de las células madre. De hecho, un estudio con ratones confirmó que esta proteína favorecía la autorrenovación de las células madre neurales de una zona subventricular del cerebro. Ese mismo experimento, demostró que la mitad de esta proteína que existe como un elemento independiente y que se denomina Carboxilo-terminal provoca el efecto contrario, es decir que puesta en contacto con el tejido consigue disminuir la población de células madre.

El trabajo galardonado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología ha ido un paso más allá y ha investigado cual era el efecto que esta proteína y la media proteína producía en tejido tumoral, que hasta este momento no se había estudiado.

El investigador eligió para sus experimentos células de tejido cancerígeno porque la radioterapia y la quimioterapia que son tan eficaces para acabar con las células malignas son papel mojado con las células madre de esos tejidos, que son quimio resistentes e indetectables. Este hecho es lo que propicia la aparición de recidivas y reaparición de tumores en las recaídas de pacientes.

Jesús Ferre ha investigado durante ocho meses como influye la proteína PEDF y la media proteína Carboxilo-terminal en los tejidos tumorales y para eso ha utilizado una línea comercial de células de adenocarcinoma de mama y otra de una metástasis de cáncer de mama procedente de un paciente vivo.

Disminución de células madre

Las conclusiones preliminares tras un minucioso seguimiento en el laboratorio indicaron que al aplicar la media proteína en los tejidos estudiados los cultivos de células se dividían tan rápidamente que éstas envejecían muy rápido y morían. Paralelamente, la población de células madre disminuía notablemente, lo que constituye una importante hipótesis de trabajo.

Estos primeros resultados son el inicio de una futura línea de investigación clínica que habrá que realizar en animales y posteriormente en un ensayo clínico con pacientes porque la reducción progresiva de las células madre en el tejido tumoral podría ser la clave para un futuro tratamiento farmacológico para evitar las recaídas, que es una de las grandes sombras del cáncer.