Si la juventud es, como asegura el refrán, un "divino tesoro", en la Comunitat Valenciana lo que se dice ricas ricas de verdad son las comarcas que envuelven las ciudades de Valencia y Alicante, Camp de Túria, l'Horta Nord y l'Alacantí. Estas tres demarcaciones atesoran la población más joven del territorio autonómico pues más del 17% de sus habitantes tiene menos de 16 años según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por contra, las dos grandes urbes alrededor de las que giran estas áreas metropolitanas envejecen tras el éxodo de parejas jóvenes, con o sin niños, a los municipios de la periferia. Un movimiento que se ha frenado tras el crack urbanístico de 2007.

Así, la población en el tramo de 0 a 4 años de edad de Valencia retrocedió medio punto en 2009 y la de Alicante también cayó levemente. Sin embargo el número de habitantes de más de 85 años aumentó un 4,6 y un 6,3% respectivamente.

En un segundo escalón de juventud se encuentran las comarcas industriales del valle del Vinalopó, especialmente las de Elx y Elda, con uno de cada seis habitantes con menos de 16 años, y también la Plana Baixa, la comarca más industrializada de Castelló. La capital de esta provincia, con un área metropolitana menos desarrollada que las de las dos grandes ciudades de la Comunitat, es la única de las tres donde el grupo de población infantil (0-4 años) no se ha reducido, pues ha crecido un 1,8%, más del triple del ascenso medio autonómico (0,5%).

Paralelamente, las comarcas del interior de Valencia y Castelló continúan vaciándose de niños, especialmente el Rincón de Ademuz, donde el grupo de 0 a 4 años disminuyó en un 11% en 2009 a pesar de que solo representa ya el 3,7% de su censo. Además, l'Alt Maestrat, l'Alcalatén y la Serranía, también sufrieron retrocesos importantes en el tramo de edad más joven.

También destaca la pérdida de población infantil de comarcas costeras en el eje de la expansión urbanística como la Vega Baja, la Safor o la Marina Baixa. En estos tres casos juega un papel clave la inmigración. En la Vega Baja y la Safor, coincide que el número de menores de 16 años extranjeros ha disminuido debido a la crisis, pues muchas familias foráneas con hijos han se han marchado por falta de trabajo, mientras la población foránea de más de 65 años creció un 6 y un 9,5%, respectivamente.