El PP de la Comunitat Valenciana ha conseguido una hegemonía social que en las próximas elecciones le puede dar una mayoría histórica pese a los diferentes casos de corrupción que salpican a medio centenar de sus cargos públicos. Los analistas políticos atribuyen esa supremacía a diferentes factores. La crisis, de la que se culpa al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el cambio sociológico de la ciudadanía valenciana o la propia debilidad de la oposición. Pero todos estas causas, que parecen ser ajenas a la voluntad del PP, están (re)forzadas por una línea estratégica trazada desde el Gobierno valenciano desde que llegó al poder en 1995 y que el presidente Francisco Camps ha profesionalizado al extremo.

De hecho, en la actualidad, un equipo de 110 personas con una alta formación trabaja en la sala de máquinas del Palau de la Generalitat para difundir el mensaje (y la ideología) de Camps y su partido. Camuflados bajo la Secretaría Autonómica de Comunicación y dependiendo del Gabinete del presidente, se han convertido en lo que se conoce en el mundo de la ciencia política como un «think thank», contenedor de ideas en su traducción del inglés, al servicio del ideario del PP, quien controla el Consell. Y todo con cargo a los presupuestos por más de cinco millones de euros, sin contar los puestos de alta dirección que ascienden a casi tres millones.

El esquema utilizado es similar al de la serie de televisión El Ala Oeste de la Casa Blanca, donde se relata el trabajo de los asesores del presidente de EE UU, encarnado por un veterano Martin Sheen. Este contenedor de ideas se encuentra en la zona oeste del archiconocido edificio blanco mientras que en Valencia ocupan el Palau de la Generalitat. Y se organizan según la importancia que representan: entresuelo, segunda y tercera planta y la torre, verdadero cerebro de la política del presidente de la Generalitat y donde trabajan sus lugartenientes.

Según relata un alto cargo de la Generalitat y antiguo inquilino de Presidencia, «se trata de difundir la obra y gracia del presidente de la Generalitat y prepararle las estrategias». Para ello dispone de un nutrido equipo. Licenciados en Derecho, Sociología, Ciencias Económicas, Periodismo, Ciencias Políticas y Matemáticas. Expertos en estadística, campañas de marketing y abogados. Todo para elaborar un discurso, difundirlo y, como ha ocurrido, prácticamente monopolizarlo en la sociedad valenciana.

Los trabajadores de este gabinete se reparten entre personal de confianza, colocado a dedo, y funcionarios. Eso sí, en cada departamento Camps ha puesto un cortafuegos de tres o cuatro personas que son los que dirigen a los demás trabajadores. De esta manera se asegura el cumplimiento de las órdenes y que el trabajo vaya en la dirección deseada.

En la cúspide de esta «pirámide de pensamiento» se encuentran dos personas de la extrema confianza de Francisco Camps, la secretaria autonómica de Comunicación, Nuria Romeral, y su jefe de Gabinete, Pablo Landecho. La primera ha unido su carrera a la del presidente desde que llegara al Palau como su jefa de prensa. El segundo, abogado de profesión, pasó por la Conselleria de Economía para acabar como el timonel de la estrategia política de Camps. Ambos, de la rama cristiana del partido, han sido integrados por el presidente en el equipo de campaña del PP para las próximas elecciones. Una intencionada simbiosis que confunde la difusión del trabajo del Consell con la perpetuación del PP en la Generalitat. Partido y Gobierno personificado en dos nombres. Romeral tiene a sus órdenes más directas a tres periodistas, mientras que Landecho dispone de seis asesores de Nivel A, el más alto.

Bajo Landecho y Romeral se articulan dos subdirecciones. La de Organización y la de Análisis. La primera está dirigida por una fiel a Camps como Henar Molinero y la segunda por un experto en política como Jacobo Navarro de Peralta fichado en 2009 . Nueve personas con cargo de asesor trabajan para Molinero, mientras que siete lo hacen para Navarro de Peralta. Una se encarga de los discursos y la difusión del mensaje y el otro de la estrategia política estricta, el verdadero gabinete de pensamiento de Camps formado por 38 personas y tres becarios.

Bajo Navarro de Peralta, y siempre con la supervisión de Landecho que se nutre de sus informes, se encuentra el Área de Estudios y Documentación y el Área de Análisis y Seguimiento. El Área de Estudios y Documentación está dirigida por Francisco Usó Torres, el jefe de Área de Planificación y Estudios. En este departamento, formado por 22 personas, se evalúa la situación y se realiza seguimiento a todas las facetas de Gobierno, con especial atención en temas económicos, municipales y políticos. Manejan información confidencial, como encuestas y estudios y preparan informes exhaustivos sobre la situación. Estos documentos van directamente a los asesores de Landecho y Jacobo Navarro, que son los que realmente diseñan las estrategias y las futuras campañas. En esta oficina se encuentra también Carmen Álvarez, jefa de Documentación; Alegría Jañez, jefa de la Unidad de Información; o Eugenia Doménech, también jefa de unidad. Todas son personas de confianza de alta cualificación que tienen bajo sus órdenes a documentalistas y estadistas.

La otra pata de la Subdirección de Análisis es el Área de Análisis y Seguimiento, en este caso comandada por Melchor Mellado. Dirige un equipo de siete personas y tres becarios, entre los que destacan los economistas y los expertos en gráficos. De hecho, estos grafistas son los que suministran al presidente del Consell los documentos que enseña en la Corts para defender sus planteamientos.

La misión de este equipo, en coordinación con el de Usó, es preparar las respuestas del presidente en las sesiones de control semanales, «el prime time», como lo califican en Presidencia, y por supuesto, y como objetivo del año, el debate del estado de la Comunitat que se celebra en el mes de septiembre. Estos expertos surten a Camps y sus asesores de una batería de argumentos y puntos débiles para vapulear a la oposición en el hemiciclo.

También tienen especial interés los casos de corrupción Brugal o Gürtel o el que investiga la Fiscalía sobre las ayudas a cooperación otorgadas por la Conselleria de Rafael Blasco. Un verdadero reloj suizo que trabaja con la intención de ganar el discurso.

La otra pata del organigrama del «think thank» de Camps se articula en dos direcciones generales, la de Relaciones Informativas y la de Política Institucional, encargada de la publicidad y las campañas de anuncios en los medios. La primera, desgranada ya en este periódico, está dirigida por la periodista Cristina Albamonte y, la segunda por Dora Ibars. 110 hombres y mujeres al servicio del presidente.