La Ley Antitabaco ha disparado el ruido en las calles de Valencia, especialmente en las zonas de ocio, según declaró ayer la concejala de Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal, que en los próximos días dirigirá una carta al Gobierno pidiéndole soluciones para este problema. El consistorio, de momento, no sabe cómo abordar el problema y además se ve en la obligación de buscar un equilibrio entre los hosteleros, que le piden más terrazas, y los vecinos, que reivindican su derecho al descanso.
El anuncio de Lourdes Bernal se produjo ayer durante la presentación del balance de gestión del Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad. La concejala aseguró que los sonómetros situados en las cinco Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) de Valencia -Xúquer, San José, Menéndez y Pelayo, Juan Llorens y El Carmen-, que siempre habían arrojado valores por debajo de lo permitido, superan ahora, "de un mes para otro", el nivel de decibelios.
La causa es, según Bernal, el incremento de personas que hay en las terrazas como consecuencia de la Ley Antitabaco y las numerosas personas que, estando dentro de los locales, salen a la calle para poder fumar.
Esta situación se da también en otras zonas de ocio de Valencia, como la Plaza del Cedro o Russafa y probablemente en otros puntos de la ciudad fuera de control, añadieron fuentes municipales.
En busca de soluciones
Así las cosas, la concejala de Valencia anunció ayer que en los próximos días dirigirá una carta al Gobierno comunicándole esta situación y pidiendo soluciones a la misma. "A mi me parece muy bien que saquen una ley, pero se han producido unos efectos colaterales y pedimos una explicación para ver qué se puede hacer", dijo Lourdes Bernal, que aseguró que el Ayuntamiento de Valencia no sabe en estos momentos qué camino tomar.
A su juicio, "el Ministerio no ha previsto las posibles consecuencias de la ley" y ahora hay que tomar medidas desde los ayuntamientos, incluida la homologación de las estufas que se utilizarán en las terrazas, una cuestión en la que ya está trabajando el consistorio valenciano.
Las terrazas
Desde luego, lo que no parece probable en estos momentos es que se abra la mano para la ampliación de terrazas, que es lo que piden los hosteleros para, según dicen, paliar el impacto de la ley en sus negocios.
El concejal de Medio Ambiente, Ramón Isidro Sanchis, reiteró ayer que el Ayuntamiento de Valencia estudiará de manera aislada cada una de las solicitudes que vayan llegando. La postura del equipo de Gobierno en este caso es clara: las aceras son para los peatones y la calzada para los coches, de manera que los permisos para colocar nuevas terrazas o ampliar las que ya existen en la actualidad dependerán básicamente del espacio que haya en cada local.
Aprovechando este debate, el concejal de Medio Ambiente salió en defensa de los edificios protegidos -casinos, ateneos, etc.- que hay en todas las localidades de la Comunitat Valenciana, pues la nueva Ley Antitabaco prohíbe fumar en todas sus dependencias si el salón destinado a club de fumadores no tienen una entrada y salida propia.
De esta manera, dijo, "las personas mayores que tenían costumbre de ir a fumarse su cigarrillo allí ahora no puedan hacerlo", comentó.
No rotundo a cubrir las terrazas de bares
Los problemas de ruido generados por los fumadores no han cogido por sorpresa a la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, que ya en su día predijo este problema. Ahora, sin embargo, considera que es muy difícil de atajar y que será el tiempo y la concienciación de las personas las que apaguen este fuego. María José Broseta, presidenta de la entidad, cree que la ley puede ser positiva, pero entiende que deberían haberse tenido en cuenta sus consecuencias. "No se puede quitar un problema y crear otro", dice. Una vez en vigor, encontrar una solución es complicado. Todo lo que se puede hacer es mentalizar a la gente, asegura, porque cubrir las terrazas, como se ha planteado en algunos foros, no le parece una buena idea. "No se pueden crear más obstáculos para los peatones", asegura.
