El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, junto con los demás candidatos autonómicos del PP, firmó ayer el manifiesto de los populares para comprometerse a una gestión austera, reformista y limpia de prácticas corruptas. El documento pide una reforma del Código Penal que "amplíe y endurezca los tipos penales relativos a corrupción", con sanciones "ejemplarizantes, proporcionales y disuasorias" exclusivas para los cargos públicos que cometan estas fechorías.

Fue el acto estelar de la jornada de clausura de la convención autonómica que los populares celebraron ayer y el viernes en Palma de Mallorca, y al que acudieron todos los candidatos del partido en cada uno de los territorios del país, excepto la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, todavía superando la reciente operación de cáncer de mama.

Tras la lectura del manifiesto a cargo de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, los barones, uno por uno, de presidentes en ejercicio a candidatos desde la oposición, estamparon su firma, Camps entre ellos, quien además recibió una sonada ovación por parte del nutrido grupo de populares valencianos que le han acompañado al cónclave .

El documento del PP, una especie de decálogo, es un compromiso de los populares para el periodo 2011-2015 que tiene como premisas: la austeridad, la transparencia, el reformismo, la libertad, las oportunidades, la confianza, el diálogo, la solidaridad, la cohesión y la regeneración política.

Dentro de éste último principio, los populares dicen textualmente: "Nos comprometemos a recuperar el prestigio de nuestras instituciones con una acción política responsable y ejemplar. Una acción política que no sólo sea limpia y respetuosa con las reglas y con los procedimientos de nuestro Estado de Derecho, sino que, además, impulse la limpieza y el respeto a esas reglas en todos los ámbitos de la vida pública". Además, el texto solicita a la justicia que en casos de corrupción "amplíe los plazos de prescripción de esos delitos, endurezca las penas por denuncias falsas y mejore la protección de los empleados públicos que denuncien actividades fraudulentas o corruptas". Además, exige una reforma procesal que "permita el enjuiciamiento rápido en estos supuestos, para permitir el normal funcionamiento del proceso político".

La firma indigna a la oposición

La firma de este docuemnto por parte de Francisco Camps, imputado por un presunto delito de cohecho pasivo impropio tipificado en el Código Penal, soliviantó a los partidos de la oposición que criticaron la actuación. La coordinadora general de EUPV, Marga Sanz, acusó al PPCV de practicar "un cinismo que avergüenza" con convenciones como la de Palma de Mallorca, en las que "intenta escenificar un compromiso contra la corrupción mientras sus dirigentes son protagonistas de casos sobradamente conocidos".

Por su parte, el portavoz de Compromís en Les Corts Valencianes, Enric Morera,manifestó su deseo de que Camps cumpla con el manifiesto contra la corrupción y enseñe "todas las facturas" de los actos contratados con la trama Gürtel.

Morera afirmó que espera que mañana "todos los consellers y el mismo presidente de la Generalitat den las facturas y contratos que afectan a las empresas de la trama corrupta". El síndic de Compromís recordó que su grupo ha pedido "en reiteradas ocasiones" esta documentación y aseguró que con más de 2.000 peticiones de documentación.

«Ya estamos todos, ha llegado don Francisco»

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, fue uno de los últimos candidatos del PP en llegar ayer al hotel en el que su partido firmó su decálogo sobre gestión austera, reformista y limpia de prácticas corruptas. Eso sí, a su llegada recibió un fuerte aplauso de los asistentes, sobre todo del nutrido grupo de populares valencianos desplazados a la isla, el más numeroso, después de los anfitriones.

El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, que ya había empezado su discurso bromeó a sus compañeros con un: «ya estamos todos, ha llegado don Francisco». El presidente del PP cántabro, Ignacio Diego, y el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera también se retrasaron.

La nutrida delegación valenciana en la convención de Palma de Mallorca ha sido muy comentada por la prensa isleña y los compañeros de otros partidos. De hecho, prácticamnte la totalidad de diputados autonómicos y nacionales y gran parte de los miembros del Consell abarrotaban cada intervención del presidente de la Generalitat.

En su retraso, que obligó a Arenas a parar su discurso, forzaron a todo el auditorio a arrancarse a aplaudir cuando Camps subió al escenario. Un baño de masas tras el ninguneo del viernes.