La Guardia Civil impidió ayer la celebración de la fiesta "rave" en el aeropuerto de Vilanova d'Alcolea, convocada a través de Facebook y a la que más de dos mil personas habían confirmado su asistencia. La Subdelegación del Gobierno desplegó un dispositivo sin precedentes en la provincia para cortar todos los accesos a las pistas y evitar la concentración de masas. En sólo uno de los accesos (por la CV-145 dirección Vilanova d'Alcolea) había cinco patrullas, alrededor de diez agentes del instituto armado y un helicóptero sobrevolando la zona en la que, finalmente, apenas se concentraron 30 personas.

Además, otras cinco patrullas con otros diez agentes tomaron, literalmente, el aeródromo. A falta de confirmación de cifras exactas por parte de la Subdelegación -que ayer aseguró desconocerlas- contabilizando los agentes de uno de los accesos y los que se divisaban en plena pista del aeropuerto, el despliegue habría supuesto, según fuentes consultadas por este periódico, un coste de 20.000 euros, aproximadamente. A ello habría que sumarle los agentes que patrullaban el resto de los accesos, por autovía y caminos.

Desde la asociación Independientes de la Guardia Civil apuntaron que con dicho dispositivo se podría atender la seguridad de 15.000 personas, pero se empleó para vigilar a apenas 30. El mismo colectivo destacó que, además del coste económico, "lo verdaderamente importante" es el "coste de oportunidad", el hecho de "detraer la seguridad ciudadana para seguir un determinado acto, más aún en una fechas como estas y en plena operación salida". "Son 15 patrullas dedicadas a una sola misión cuando podrían estar distribuidas por diferentes localidades velando por la seguridad ciudadana", añadieron.