La reordenación en el área de Medi Ambiente e Infraestructuras se ha dejado fuera no sólo a personas, sino también a competencias que han quedado, al menos de momento, en el limbo administrativo.

Es el caso de la Agencia Valenciana de la Energía, desaparecida del organigrama de la antigua Conselleria de Infraestructuras, donde ha permanecido en los últimos años, y sin adscripción actual, al menos con caracter formal.

La estructura orgánica del Consell atribuye a la secretaria autonómica de Economía, Industria y Comercio las competencias sobre energía, pero sin una dirección general específica ni alusiones a la Agencia Valenciana de la Energía, AVEN. Se sabe que este departamento "cae" del lado de Industria y Energía porque la Generalitat incluyó en su epígrafe la ratificación de Antonio Cejalvo como director general del AVEN.

Al mismo tiempo, su salida de la Conselleria de Infraeestructuras, Territorio y Medio Ambiente, desliga al AVEN de las competencias sobre "calidad" en la edificación que incluye la certificación energética de edificios, cada vez más importante en el ahorro de energía y la lucha contra el cambio climático.

La nueva Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, nace aparentemente con las mismas competencias que tenían Infraestructuras y Medio Ambiente por separado, aunque sin crear todas las direcciones generales. Así, sólo figura en el organigrama una dirección general del Medio Natural (vacante), la direccion general de Evaluación Ambiental y Territorial que ocupa Juan Giner Corell y la direccion general de Calidad Ambiental con competencias en cambio climático y que tampoco tiene titular de momento. En el área de Infraestructuras se mantienen la dirección general de Obras Públicas, Proyectos Urbanos y Vivienda y la dirección general de Transportes y Logística.

Se desconoce si la salida de las competencias de Agua en dirección a Agricultura trasfiere también a esta conselleria a la Entidad de Sanejament, que en los últimos años se consolidó como el brazo ejecutor de la Generalitat en materia de agua, manejando un presupuesto superior al de muchas direcciones generales.