La zeolita, un mineral de origen volcánico, lleva camino de convertirse en la piedra que sirve para casi todo. Se encuentra en depósitos naturales, aunque desgraciadamente no en la Comunitat Valenciana, pero puede fabricarse artificialmente definiendo sus propiedades "a la carta" y en este campo, el químico castellonense Avelino Corma, ex director del Instituto de Tecnología Química de Valencia es una referencia mundial. Tanto que cerca de 600 científicos de todo el mundo se reúnen desde ayer en el 5º Congreso Internacional de la Federación Europea de Asociaciones de Zeolita para poner en común los últimos avances en el uso de estos compuestos en la industria química.

Los usos de este material poroso son múltiples y muy variados. Cuesta un mundo ponerle coto a las aplicaciones de la "piedra que hierve", etimología de origen griego para la zeolita referida a su reacción cuando se calienta.

El Instituto de Tecnología Química (IQT) de Valencia, en el que participan la Universidad Politécnica de Valencia y el Centro Superior de Investigaciones Científicas trabaja desde hace años en el uso de zeolitas de diseño. Del laboratorio que Avelino Corma dirigió hasta el pasado mes de noviembre salió hace unos años la zeolita ITQ-23, un tamiz molecular con aplicaciones en la dispensación de fármacos y en electrónica.

Gracias a la investigación realizada por este departamento, muchas de estas nanoestructuras cristalinas son incorporadas a los vehículos donde actúan como catalizadores para reducir la contaminación provocada por los combustibles fósiles. Del laboratorio han salido ya una veintena de patentes propias que son aplicadas por la industria.

En la actualidad existen clasificadas unos 50 tipos de zeolita natural y más de 100 tipos de zeolita sintéticas.

Múltiples aplicaciones

Los organizadores del congreso aseguran que las zeolitas y los "materiales porosos ordenados" están encontrando nuevas aplicaciones en otros campos de la industria química, como la producción de compuestos de alto valor añadido, en particular, fragancias sintéticas, aditivos alimenticios, nuevas formulaciones farmacéuticas, etc.

Existen, además, otros usos "tradicionales" de la zeolita que se han extendido en los últimos años.

La zeolita es un aditivo, que sirve para restituir los nutrientes en los terrenos de cultivo ; como alimento del ganado vacuno, caprino, porcino y de aves de corral -entre otros- debido a que los animales engordan más y más rápidamente. Se usa también en el tratamiento del agua potable, control de malos olores en piscinas, granjas, etc; como aditivo del hormigón; para guardar el grano en los silos; como material para la fabricación de detergentes biodegradables; en la minería, en derrames de petróleo, aceite y metales pesados, etc.