Greenpeace asegura en una nueva edición del informe "Destrucción a toda costa" que Puertos del Estado y sus proyectos de ampliación de infraestructuras en el litoral valenciano ha sustituido "al ladrillo" como la "principal amenaza" para el ecosistema marino.

El informe analiza todos los proyectos en curso para los puertos valencianos y resalta que el fin de la burbuja inmobiliaria no ha supuesto el final del "crecimiento desproporcionado de las infraestructuras portuarias, muchas de las cuales surgieron a la sombra del desarrollo urbanístico".

Se está formando, añaden, "una burbuja infraestructural" con "un exceso de proyectos portuarios sin justificación económica pero con un alto coste medioambiental".

Según el informe, actualmente el organismo público Puertos del Estado ocupa más de 200 kilómetros con sus dársenas y muelles .

Las cifras "son desorbitadas" y aseguran que con el coste de la ampliación del dique Este en el puerto de Castelló -2,5 millones de metros cuadrados-"se podrían inyectar los millones pendientes para construir dos hospitales y cuatro centro de sanitarios".

"Por otra parte, la Autoridad Portuaria de Valencia se está gastando 1.200 millones de euros para duplicar su tráfico de aqui a 2015, con una macroampliación intramar equivalente a 153 campos de fútbol y que supondría la creación de siete nuevos kilómetros de atraques", declaran.

El trabajo elaborado por los ecologistas es especialmente crítico con el puerto de Valencia. Aseguran que la ampliación de 153 hectáreas supondrá un impacto severo en las playas al norte y al sur del puerto y en el humedal protegido de l 'Albufera. Además, recuerdan, la destrucción costera también afecta a las especies de la zona y elimina la capacidad natural de la costa de amortiguary adaptarse a los efectos de la subida del nivel del mar por el cambio climático.

"Con esta ampliación el puerto de Valencia ocuparía una superficie mayor que la del puerto de Hong Kong y, sin embargo, movería un volumen de contenedores diez veces menor", denuncian los ecologistas en un intento de poner de relieve la falta de justificación del proyecto.

Infraestructuras que compiten entre sí

Greenpeace arranca su discurso dando por hecho que muchos de los puertos que se están ampliando compiten entre sí, lo que genera "puertos fantasma" que no tendrán barcos en el futuro. Además de Castelló y Valencia, Greenpeace pone el foco en Alicante, donde afirma que la construcción en el puerto de Alicante de un gran polígono industrial con silos para albergar "clinker" de cemento aumenta la contaminación en el medio marino y el sector turístico. Ademas asegura que el puerto de Sagunto pretende ganar al mar casi tres millones de metros cuadrados.