Los dueños de establecimientos comerciales que comparten calle con el edificio de Les Corts están hartos de sufrir los cortes que se han realizado en esta vía en los últimos meses. La sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hizo que ayer se volviera a restringir el tráfico de vehículos en la calle Muro de Santa Ana y que se prohibiera de nuevo a los bares y cafeterías montar las terrazas.

"Están fastidiando a los pequeños comerciantes", comenta indignada Emilia García, propietaria de una cafetería. Ayer fue el quinto día que se cerraba la calle en dos meses y el jueves se volverá a hacer. La situación fue peor en junio, cuando la investidura de Camps se mezcló con las protestas del 15-M. Entonces el acceso a la calle también se prohibió a los peatones, por lo que los locales quedaron desiertos. Hace una semana 18 locales de la zona presentaron a Delegación del Gobierno y al Ayuntamiento de Valencia una queja conjunta pero aún no han recibido respuesta. Según Miguel Ballester, trabajador de una tienda de muebles, es el primer año que se produce una situación así.