A pocos imputados por el saqueo de la depuradora de Pinedo les habrá cambiado tanto la vida como al exgerente de la planta Esteban Cuesta. Durante los años en que dirigió la saqueada empresa, Cuesta disfrutó de un salario de alto ejecutivo, pese a no tener experiencia, viajó a costa de la depuradora por medio mundo y hasta mantuvo su sueldo de alcalde pedáneo en Benimàmet. Tras estallar el escándalo y liquidarse la planta, Cuesta regresó a su puesto de enfermero en el Hospital de Sagunt en el que percibía una media de 1.700 euros limpios al mes. Con mucho esfuerzo y sumando guardias nocturnas algún mes alcanzaba los 2.000 euros. Nada parecido con el nivel de vida que llegó a tener entre 2004 y 2010. Desde hace unos dos meses se encuentra de baja laboral y ha solicitado no acudir a declarar.

Esteban Cuesta tenía un sueldo limpio de unos 4.500 euros al mes como gerente de la depuradora de Pinedo, según los ingresos que figuran en las cuentas presentadas ante el Juzgado de Instrucción número 15 y en poder de este periódico. Además, disfrutaba de varias pagas extra y se le abonaban los gastos que pasaba a la empresa. Estas compensaciones por comidas de trabajo u otras facturas rondaban todos los meses entre los 1.500 y los 2.000 euros. Cabe recordar que en el sumario de Emarsa constan facturas de los mejores restaurantes de la ciudad de Valencia.

Pero esa no era la única fuente ingresos del exgerente. Durante 2004 y 2007 estuvo compaginando su sueldo de gerente con el de alcalde pedáneo de Benimàmet. Percibía 1.033 euros trimestrales por gobernar el pequeño pueblo pese a tener un contrato de exclusividad con la extinta empresa pública. Además, percibió durante unos años 720 euros al mes por el alquiler de una vivienda a una empresa que realizaba obras en el metro a su paso por Benimàmet. A estos ingresos regulares hay que añadirle la entrada en sus cuentas de 350.000 euros sin justificar. Cuesta aseguró al juez que era dinero que le debía su hermana y que el cobro de un cheque de 119.332,39 euros en diciembre de 2010 fue por la venta de un piso.

A este nivel de ingresos se sumaron gran cantidad de viajes por todo el mundo a costa de la depuradora. En este caso, el imputado Cuesta aclaró al juez que eran por motivos de trabajo. Entre las escapadas destacan los numerosos viajes a Rumanía, donde tenía la intención de gestionar depuradoras, o Andorra, lugar para el que reservó hasta nueve viajes. Marrakech o Lisboa fueron también destinos que visitó.

Sin duda los que más polémica suscitaron fueron sus noches alojado junto a "traductoras" rumanas en hoteles de lujo de Benicàssim o Alicante. La depuradora abonó un alojamiento hasta para cuatro personas.

También se compraron desde Emarsa más de 60.000 euros en entradas para la Fórmula 1 y el Open de Tenis. En este caso el juez investiga si estas compras se realizaron.

Este nivel de vida le permitió ahorrar bastante capital aunque su patrimonio no aumentó en exceso, como ha revelado el sumario. El ahorro le ha servido para disponer de un buen abogado al que, de momento, ya ha abonado 70.810 euros para que le defienda. Pero el escándalo Emarsa saltó y la empresa se liquidó. Desde su salida de la gerencia el exalcalde pedáneo regresó a su puesto de trabajo como enfermero en el Hospital de Sagunt. Desde ese momento las nóminas cayeron a unos 1.700 euros al mes. Los máximo que ganó en este periodo fueron 2.056,05 en agosto del pasado año.