Si las crisis son oportunidades, las tragedias a veces pueden convertirse en bendiciones. El silencio carcelario ha incubado obras de Oscar Wilde, de Mandela o de Miguel Hernández. El exilio interior durante el paréntesis Gürtel, que todavía no se ha cerrado, ha sido aprovechado por Ricardo Costa Climent para licenciarse en Derecho y avanzar en su camino de convertirse en doctor en Económicas.

Costa era un hombre con un presente espléndido, como secretario general del PP valenciano y portavoz en las Corts, y un futuro prometedor. No había alcanzado la meta de ser conseller, aunque no desfallecía en el intento. Después se ha sabido que hasta Álvaro Pérez "El Bigotes", el cabecilla de la red de Correa en Valencia, estaba dispuesto a recomendarlo al entonces presidente Camps. Pero llegó la primavera de 2009 y antes de cumplir los 37, un nubarrón negro carbón eclipsó su futuro. Un 6 de febrero, estalló el caso Gürtel. Él sabía como nadie que las amistades peligrosas con las que había hecho tratos en la organización de mítines y saraos del PP acabarían por destrozarle su carrera.

Acabó sentado en el banquillo de los acusados y absuelto por un jurado popular del delito de cohecho pasivo impropio en la causa de los trajes. Le queda por delante el recurso de la acusación ante el Tribunal Supremo y, especialmente, la rama Gürtel que tiene que ver con la presunta financiación ilegal del PP a cargo de constructoras contratistas de la Generalitat. En todo este tiempo, Costa ha sido orillado por su partido al dique seco. Pero no ha desaprovechado el tiempo. Entró en el túnel Gürtel como economista y ha salido con la licenciatura en Derecho por la Universidad Europea de Madrid. Costa se colegió en Valencia como abogado antes del 31 de octubre de 2011. Gracias a haber cursado los estudios de forma intensiva ha podido evitar tener que hacer el Master de Práctica Jurídica, que supone dos años y un elevado coste y cuyo requisito, para colegiarse y poder ejercer la abogacía, entró en vigor en esa fecha. No acaba ahí el aprovechamiento del tiempo de retirada. Costa ha avanzado considerablemente en su tesis doctoral que está realizando en la Universidad Católica, donde ha ejercido dos años como profesor asociado.

El exsecretario general del PPCV se matriculó en la citada Universidad Europea de Madrid, en su sede de Valencia, para cursar un "executive" de un año (entre julio de 2010 y julio de 2011) expresamente destinado a economistas que quisieran licenciarse en Derecho.

"Éramos 30 o 40 alumnos"

Con lo que le costó la matrícula y las tasas académicas habría comprado un coche utilitario de gama media. De entrada le convalidaron más de un tercio de los créditos. Y tres o cuatro asignaturas más una vez estudiado su currículum académico. Alguna asignatura en Derecho por la UNED, Master por el Centro de Estudios Financieros en Valencia, el AMP del Instituto de Empresa, curso del IESE, Master en Investigación Universitaria por la Universidad Católica y el Diploma de Estudios Avanzados (DEA), preceptivo para el doctorado, son las medallas que adornan su currículum, según explica. Subraya que esas convalidaciones se hicieron de acuerdo con la ley. "Hemos sido 30 o 40 los que nos hemos acogido esa norma para poder sacarnos el título con un horario concentrado", explica el diputado.

Se matriculó y empezó en julio de 2010 a asistir a las clases los jueves, viernes y sábado. Por aquel entonces, Costa ni siquiera era militante popular y "tenía mucho tiempo libre", admite. La decisión de retirarle el carné la tomó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el 29 de octubre de 2009, después de que Costa, desde los pasillos de las Corts, habló como "secretario general" del PPCV pese a que Génova aclaró dos semanas antes que su "cese temporal" en el cargo, en versión Camps, era una destitución. El hombre procesado en la causa de los trajes se quedó sin carné del PP y fue sustituido al frente del grupo popular. Hasta que recuperó su condición de afiliado, en octubre de 2010, se refugió en el carné de estudiante.

Y Camps, a punto de doctorarse en sistemas electorales

Antes de que acabara el juicio de los trajes, el expresidente Francisco Camps entregó, el pasado 9 de enero, su tesis doctoral "Propuestas para la reforma del sistema electoral'". La leerá el próximo mes de febrero ante un tribunal de la Universidad Miguel Hernández de Elx. El director de este trabajo académico ha sido Vicente Garrido, presidente del Consell Jurídic Consultiu (CJC) y amigo del exjefe del Consell.

Como avanzó este diario, Camps lleva varios años con la tesis en marcha. Hasta el punto de que en una de sus intervenciones parlamentarias llegó a proponer una reforma del sistema electoral, inspirándose en su trabajo, basada en la elección directa de los diputados por parte de los ciudadanos en distritos uninominales. Un sistema que, por cierto, beneficiaría claramente al bipartidismo y que levantó críticas desde las formaciones a la izquierda del PSPV.