"Inicialmente, la idea de los Juegos Europeos fue del señor Zorío". La declaración judicial de Iñaki Urdangarín confirma que el propietario de Lobby Comunicación fue quien tuvo la ocurrencia de celebrar en Valencia una competición que fue anunciada por el expresidente Francisco Camps como proyecto estrella. El exjefe del Consell aprovechó su discurso en el debate de política general de 2005 para explicar que la Generalitat impulsaría esos juegos. Hubo reuniones. El juez José Castro preguntó al duque de Palma si en las reuniones entre Zorío y Camps a las que él asistió reinaba un "ambiente de camaradería". "Era protocolario,se dirigía a él en términos de presidente y con tratamiento de usted", contestó Urdangarín al juez.

El entonces presidente de Nóos aseguró que no sabía cuánto tiempo pasó entre que Zorío le anunció que irían a ver a Camps y la visita ni si "fue o no dificultoso obtener la audiencia". El convenio de cinco millones que firmaron el Consell y el Instituto Nóos, que presidía el duque de Palma, pretendía convertir a Valencia en sede de otro acontecimiento con proyección internacional, en plena fiebre de eventos. Nunca se desarrolló la idea, pero el Consell pagó 382.000 euros a Nóos por los servicios que prestó en esta iniciativa. A su vez, la entidad presuntamente sin ánimo de lucro abonó 540.000 euros a Zorío. En esa cantidad iban incluidos "otros servicios que Lobby había prestado al Instituto Nóos por el Valencia Summit", según declaró el duque de Palma.

En otro momento de la declaración, Urdangarín no supo concretar si esa cifra se pagó en tres facturas de 210.000, 250.000 y 80.000 euros.

Convenio en Nochebuena

Otra de las cuestiones que fue planteada por el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma en su interrogatorio de este fin de semana tiene que ver con las circunstancias en las que se elaboró el convenio sobre los Juegos Europeos. "¿Le parece normal que en los tres días previos a Nochebuena se informe el convenio y se apruebe", inquirió José Castro. "No puedo opinar", fue la respuesta lacónica que dio Iñaki Urdangarín al juez.