La consellera de Educación, María José Catalá, aseguró ayer, sobre las protestas estudiantiles, estar «cansada» de que se dé una imagen de la Comunitat Valenciana que «no responde a la realidad», según indicó a los medios antes de mantener una reunión de trabajo con el director ejecutivo de Berklee Valencia, Guillermo Cisneros.

Catalá realizó estas manifestaciones al ser preguntada por la iniciativa «#NoSomosGrecia», que ha puesto en marcha la Asociación Valenciana de Estudiantes para «revalorizar la imagen de la Comunitat y los alumnos» tras las manifestaciones y de los últimos altercados entre alumnos y las fuerzas de seguridad del Estado.

Mientras, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, aseguró el miércoles en declaraciones a la cadena Ser que no piensa dimitir porque se siente con «más fuerza para seguir adelante».

Según aseguró, su objetivo es demostrar que se pueden celebrar manifestaciones «sin utilizar la violencia» y que la Policía actuó en las protestas de estudiantes en «situaciones límites. Se actuó porque había actuaciones ilícitas que no se podían evitar de otra forma. Los políticos hablaban de carga cuando la policía solo quería mantener el orden» sentenció.

Por su parte, en el claustro celebrado ayer, el rector de la Universitat de València Esteban Morcillo expuso sobre estas movilizaciones las gestiones realizadas ante de diferentes instituciones y los comunicados en los que se expresaban el malestar de la comunidad universitaria por «la desmesurada» actuación policial en las concentraciones de estudiantes de Valencia. Además, expresó su agradecimiento a los profesores y personal de administración de los centros donde se registraron encierros de estudiantes.

Por parte de los alumnos, la intervención más unitaria reunió a representantes del BEA, A Contracorrent y SEPC que leyeron un texto en el que indicaron que las movilizaciones van a continuar y criticaron la actuación policial.