Las medidas adoptadas in extremis por el Ejecutivo de Alberto Fabra el pasado 5 de enero para reducir el déficit público podrían tener efectos perversos y acabar costando dinero a los valencianos. Al menos, ese escenario se antoja como el más probable en el área de tributos de la Generalitat en el que, según estimaciones realizadas por este diario a partir de datos oficiales, la reducción horaria y salarial al personal interino será un desastre para las maltrechas arcas autonómicas. Las horas de menos que los interinos que ocupan puestos en el Cuerpo de Inspectores de Tributos de la Generalitat supondrá, según los cálculos de este Levante-EMV, una pérdida de recaudación de nada menos que 21,4 millones de euros al año. La cifra contrasta con el ahorro previsto en nóminas: 1, 4 millones de euros. Dicho de otro modo, reducir un tercio la jornada de estos funcionarios permitirá al Consell ahorrarse durante un año 467.197 euros, pero, a cambio, dejará de ingresar vía tributos propios 21,4 millones de euros.

Las cifras no son caprichosas. Según puede extraerse del último informe de la Inspección General del Ministerio de Economía y Hacienda (los datos son de 2009, pero apenas varían de un año a otro) eleva a 64, 2 millones de euros el importe del rendimiento del personal interino de la Generalitat. Esta cantidad resulta de la suma de los expedientes de varios impuestos liquidados por los trabajadores de este servicio. Se trata de liquidaciones de expedientes del impuesto de sucesiones y donaciones, así como del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentales, un trabajo que en ese año hacían exclusivamente los interinos. En la actualidad, hay 45 interinos en puestos de inspectores en la Comunitat Valenciana: 12 en Alicante, 8 en Castelló y 25 en Valencia. A partir del pasado día 1 de marzo, fecha en la que entró en vigor el decreto de medidas urgentes para reducir el déficit, este personal trabajará un tercio menos de la jornada. Teniendo en cuenta su rendimiento en términos de recaudación (64,2 millones de euros); la pérdida de recaudación podría rondar los 21 millones de euros.

Según documentación oficial estos interinos -ocupan un puesto nivel 22 y Complemento Específico E042- tienen una retribución anual de 31.146 euros. Los 45 salarios suman 1,4 millones de euros. La reducción salarial a este colectivo supondrá un ahorro de 467.197 euros. Teniendo en cuenta el coste (21,4 millones menos en recaudación), al final al Ejecutivo le puede salir la broma 20,9 millones de euros. La situación es cuanto menos chocante ya que el Consell preveía ahorrarse por los recortes en los interinos de la Administración del Consell un total de 16, 1 millones de euros.

Este diario ya advirtió hace unos meses de que el ajuste podría mermar un servicio clave para las cuentas autonómicas y cuyo objetivo es gestionar los impuestos autonómicos y luchar contra el fraude fiscal. Se da la circunstancia de que la interinidad en el cuerpo de inspectores es muy superior a la del resto de áreas de la Generalitat. En torno al 66% es personal interino frente a la media de algo más del 20% en el conjunto de la Administración (sin tener en cuenta docentes y sanitarios). Desde hace años los sindicatos vienen denunciando la, a su modo de ver, inacción en la Dirección General de Tributos de la Generalitat que capitanea desde hace 17 años, Araceli Muñoz. Lo cierto es que la precariedad en este servicio resulta llamativa sobre todo en tiempos de crisis como los actuales en los que el declive inmobiliario y de la actividad económica ha hecho caer en picado la recaudación. Las únicas medidas en el apartado de ingresos han sido la subida de impuestos. Fuentes del cuerpo de tributos admiten que con mejores medidas de control, podría mejorarse la recaudación. Lo dice también el último informe del Ministerio de Economía: "Existen apreciables posibilidades de aumento del control (...) a realizar por la gestión tributaria, especialmente por inspección". Sólo hay siete funcionarios que se dedican a labores de inspección en la Comunitat Valenciana.