Antes de viajar a Extremadura para «celebrar» la cancelación del proyecto de la refinería Balboa o de rechazar en Jumilla y Villena la construcción de un depósito subterráneo de petróleo en el Cabezo la Sal, Pedro Morata ha hecho escala en Valencia para hablar sobre «La amenaza de un colapso ecológico planetario: la Tierra contraataca».

¿Anuncia el Apocalipsis o solo lo parece?

Me han pedido explicar hasta qué punto la Tierra se ha visto agredida y presionada a escala planetaria en los últimos decenios. Y se defiende. Sabíamos que el planeta tenia límites, pero todo cambia cuando percibimos que el Cambio Climático es real, que la radiación ultravioleta se nos cuela en algunas zonas donde la capa protectora del ozono ha disminuido, que la amenaza radiactiva civil sigue estando tan presente como la militar y que tenemos problemas como la contaminación por productos químicos, que es tan perversa y nociva como la radioactiva. Añado la novedad de los campos electromagnéticos y necesariamente tenemos que hablar de un momento crítico y cualitativamente distinto. El planeta responde y lo hace defendiéndose, como dice la teoría Gaia, como un organismo único y complejo que tiene su personalidad propia y que exhibe su malestar multiplicando la frecuencia de sucesos extremos que antes eran menos habituales. Previamente a los humanos ya existía el Planeta. Somos unos recién llegados y encima lo destrozamos todo.

Me habla de Gaia, de Lovelock, quien se ha pasado «al otro bando» defendiendo la energía nuclear como solución a la crisis...

Si. A veces la diferencia entre el sabio y el necio es muy corta.

¿Hay una lectura ecologista de la crisis actual?

Los problemas de fondo son políticos.La naturaleza no se degrada per se. sino por la actividad y la presencia humana. El sistema explota por igual al hombre y a la naturaleza y le da lo mismo que los recursos sean limitados. Intenta siempre sacar el mayor beneficio y eso lo hemos visto muy recientemente en España. El ataque es indiscriminado y la respuesta deber ser tanto política como ecológica.

Pedro Costa es pionero en el movimiento antinuclear español. Le sorprendería que la industria nuclear sobreviva al drama de Fukushima?

En absoluto. No me extrañaría nada. Siempre nos dirán que es una industria segura por más gordos que sean los accidentes. La presidenta del Foro Nuclear declaraba hace unos días que quien diga que la energía nuclear es barata miente. Nosotros lo dijimos hace años Solo es viable porque evita un montón de costes que pagamos todos. Por eso está ahora paralizada. No por que haya habido un accidente ni por que existan riesgos, que les importan muy poco.

Su respuesta parece condenar a la acción ecologista a la nada...

No. ¿Por qué?La presión ecologista lo que pone en evidencia todo esto. Lo analizamos y decimos que no. Así ha funcionado siempre. Incluso antes de que los ayuntamientos fueran democráticos. Entonces fuimos capaces de echar abajo grandes proyectos convenciendo y haciendo cambiar a veces a una opinión pública en contra engañada por las promesas de progreso. Ahora podemos hacerlo igual.

Usted ha dado la cara por Izquierda Unida mientras EQUO buscaba caminos que se proclaman «independientes»¿Su camino es mejor?

Yo he ido en la lista con Izquierda Unida. Coincido con ellos en que los problemas tienen un origen político y quería contribuir desde el ecologismo.

Pero escribió que EQUO era «el chiringuito de Juancho»...

Sigo pensando lo mismo. No es tiempo de inventar cosas ni de confundir. Juanjo López de Uralde no tiene historial ecologista. Es un mánager que cayó de pie en Greenpeace, una organización ecocomercial donde nadie nunca sufre por nada. Juancho se ha aprovechado del prestigio mediático de Greenpeace y del numerito en Copenhague y eso a mí me resulto indecente.

No responde. ¿Partidos verdes o verdes en los partidos?

Los Verdes existen y también los partidos tradicionales con sus programas más o menos verdes. Esta todo inventado y los Verdes necesitan hacerse mas serios, mas fuertes y conseguir lo que no han conseguido hasta ahora en España, pero no se qué utilidad tiene colarse por un resquicio para ganar 20 votos. Inventar una opción ecologista en un país donde ya existe es una arrogancia.

En 1999 recorrió la costa valenciana, y murciana de norte a sur y recogió en un libro lo que para entonces ya era un desastre. ¿Debemos resignarnos?, ¿Podemos hacer algo?

Los defensores del litoral somos muchos menos que los agresores, pero tenemos nuestras técnicas. Sabemos cómo atacar y vamos a seguir haciéndolo aunque no es la mejor época. Parece que con la crisis hay luz verde para destrozar incluso lo que creíamos a salvo. Siempre soy optimista. Nunca hay que dar estas batallas por perdidas. Hoy estoy en Valencia y tengo confianza en los ecologistas valencianos. Aquí nació el ecologismo español con el manifiesto de Benidorm, de 1974. Aquí se ganó la defensa del Saler y fue en Dénia, en 1978, cuando hicimos el primer manifiesto en defensa del litoral. Hay que renovar esa energía.

Muchos trabajadores añoran «El Dorado» construido sobre recursos finitos como el paisaje o la naturaleza ¿Le entristece?

Bueno... eso es así; ese es nuestro país inculto que en las dos ultimas generaciones han incrementado su incultura. El consumismo y el dinero fácil producen incultura y eso me entristece si, pero sobre todo me cabrea y me motiva para seguir luchando.