El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) que recoge la actual ley de residuos perderá su carácter de obligatoriedad y será voluntario, salvo en los casos de "difícil" gestión del residuo.

Esta es una de las modificaciones más importantes que introduce el Real Decreto Ley aprobado ayer por el Gobierno en relación a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados.

"No se veta ni se impide el sistema de retorno y depósito de envases, sino que simplemente se utilizará cuando se acredite su necesidad", explicaron fuentes del Ministerio de Medio Ambiente

El sistema de retorno se aplicará en los casos en los que "las características del residuo o sus dificultades de valorización o eliminación determinen" que es la opción "más adecuada".

De esta manera, la propuesta frena la posibilidad de que en nuestro país se implante SDDR, que había quedado abierta en el artículo 21.2 de la citada norma, aprobada en julio del año pasado, siempre que se demostrara su viabilidad económica.

Las principales organizaciones ecologistas lamentaron la aprobación de esta norma y advierten de que se trata de un "atentado" del Gobierno a la protección ambiental. La SDDR tiene una gran aceptación en países como Alemania.

Greenpeace, WWF, Ecologistas en Acción, SEO BirdLife y Amigos de la Tierra criticaron que se elimine este "incentivo" a los ciudadanos con unas tasas de reciclado a la hora de devolver los envases de determinadas bebidas.

Las ONG explican que estas medidas suponen la renuncia a reducir los 68 millones de euros que cuesta a las administraciones la incineración y vertido de residuos reciclables y a recuperar 65 millones de euros en materias primas no recicladas. También se renuncia, a su juicio, a la posibilidad de crear 14.000 empleos.