El expresidente de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) y de la saqueada Emarsa e imputado en el caso, Enrique Crespo, declaró ayer ante el juez que investiga el escándalo, que fueron los fallecidos José Ramón García Antón, exconseller de Medio Ambiente, y Fernando Coquillat, delegado del Consell en Valencia y exconcejal del Ayuntamiento de Valencia, quienes le recomendaron a Esteban Cuesta como gerente de la entidad pese a su inexperiencia y nula formación en la gestión de empresas .

Crespo, que sólo contestó a preguntas de su abogado, negó haber sido él mismo quien le ofreciera el cargo a Cuesta, sino que, en primer lugar, fue el propio Cuesta quien se le acercó en un acto de partido y le comunicó que sabía que el gerente de Emarsa estaba enfermo y él podía gestionar la empresa "por su conocimiento en temas municipalistas" como alcalde pedáneo y en temas laborales ya que había resuelto "miles de conflictos".

Crespo argumentó que, por ser un tema de partido, debía buscar "apoyos" ya que él solo tenía un voto en el consejo de administración e iba a someter la propuesta a votación porque no iba a contratar "unilateralmente" a nadie. El también exalcalde de Manises y exvicepresidente de la Diputación aseguró que hubo dos personas que le causaban "consideración personal" que le hablaron de Cuesta: Fernando Coquillat -fallecido en 2005- y García Antón -que murió en agosto de 2009-.

Del primero, explicó que se lo dijo en un acto de partido y le definió como una persona "con predisposición, con ganas de trabajar y con conocimiento perfecto del área metropolitana", recomendación que, a su vez, procedía de otras personas ya que era "conocido por el Ayuntamiento de Valencia", por lo que "existía un conocimiento del partícipe mayoritario del Emshi".

Al "poco tiempo", en otro acto institucional, coincidió con García Antón, que le preguntó por cómo iba la empresa y por el estado de salud del gerente, y le instó a contratar a otro directivo porque la situación no podía seguir así. Según su versión, le pidió que propusiera a Cuesta y, si no salía por unanimidad, tenían la opción de proponer a otras personas. Por dos ocasiones, en 2004 y 2007, el consejo de administración apoyó a Cuesta sin que él diera "orden alguna" a ningún miembro para que votara a favor.

Preguntado por si Cuesta le comentó que carecía de formación para ocupar el cargo, aseguró que "siempre" se ofreció "muy resolutivo y voluntarioso" de querer ocupar el puesto, que fue iniciativa del propio Cuesta y que nunca le refirió ninguna incapacidad para desarrollar la labor sino "todo lo contrario".

Asimismo, Crespo negó ante el juez haber dado instrucciones de contratación ni en Emarsa ni en la Emshi, ni en otras instituciones en las que ha estado al frente y ha apuntado que, como presidente del consejo, "como cargo representativo y nunca ejecutivo", no tuvo asesoramiento por parte de determinadas personas por las que fue preguntado en su declaración.

En esta línea, negó haber pedido contratar con empresas como Construcciones Rocafort o Valmasmark para proveedoras de Emarsa, al tiempo que aseguró no conocer a sus gerentes o representantes. De acuerdo con su versión, no fue ejecutor ni cobró como personal directivo de Emarsa, sino que únicamente percibió dinero por asistencia a las reuniones del consejo como el resto de miembros.

Crespo afirmó desconocer qué compró Emarsa en El Corte Inglés; negó haber dado órdenes para estas compras, ni en Loewe, ni en una joyería. Sobre este punto, precisó que solo conoce regalos que se hicieron en Navidad en el seno del consejo e indicó que ha tenido conocimiento por la prensa de la existencia de un bolso para la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Crespo sí que reconoció que como presidente de Emarsa, accedió a "esponsorizar" a la Junta Local Fallera de Manises, para comidas y cenas de integrantes, y negó haber autorizado ningún viaje con fondos de la empresa ni a Cuesta ni al director financiero "ni en concepto de retribuciones en especies ni nada por el estilo". El exlcalde de Manises volverá hoy a declarar ante el juez.