El amplísimo frente del incendio originado el jueves en Cortes de Pallás, que se ha extendido por siete municipios de la comarca de la Ribera -Turís, Montroi, Real, Llombai, Catadau, Carlet y Tous- y que ayer quedó estabilizado aunque aún no había sido extinguido en su totalidad, se ha llevado por delante miles de hectáreas y ha provocado centenares de desalojos en la comarca durante los últimos tres días.

Aún no se conoce al detalle la magnitud de la tragedia ecológica, pero las cifras provisionales superan con creces a las del gravísimo incendio de 1994. Los alcaldes de los municipios afectados asienten cuando se les pregunta si es el mayor que ha registrado la comarca. Es más devastador incluso que el registrado hace 18 años, coinciden.

Las daños en la Ribera podrían superar las 5.000 hectáreas, según el cálculo realizado a partir de las previsiones que manejan los ayuntamientos, aunque también hay muchas zonas de cultivo afectadas. En superficie, el municipio más afectado es Catadau, que ha perdido en un sólo fin de semana prácticamente toda su masa forestal. Así, partidas como la Colaita, Matamón, Pedrises, la Nevera o Barranquet de Royo han quedado arrasadas por completo. Además, calculan que los desalojos han afectado a unos 2.000 chalés en las urbanizaciones de Lloma Molina, Lloma Pagà o Los Rosales.

"No me extrañaría que hubiera más de 3.000 hectáreas arrasadas", señaló el alcalde de Catadau, Pedro Juan Bisbal. A ello hay que unir el cerca de un millar de hectáreas afectadas en el término de Llombai, según el alcalde, José Forés, o varios cientos más en Carlet, Montroi, Turís o Tous.

Además, varios centenares de miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y bomberos de numerosos puntos de España han sido movilizados para frenar el avance del fuego en las poblaciones afectadas en el mayor despliegue militar en la Ribera desde la pantanada.

Tras Turís y Montroi, donde el viernes ya desalojaron a medio millar de personas en las urbanizaciones de Altury y Balcón de Montroi, el fuego se ha cebado durante el fin de semana en partidas rurales, urbanizaciones y chalés de Catadau, Llombai, Carlet y Tous, donde ayer por la mañana quedaban puntos activos.

Una veintena de familias afectadas de Catadau aún permanecían ayer alojados en la Casa de la Cultura y el Centre Catòlic, aunque muchos también se hospedaron en casas particulares. Ayer a mediodía, la UME aún realizaba trabajos de extinción y los vecinos aún no podían regresar a las urbanizaciones de la Lloma Molina en Catadau o el Pi la Cabra en Carlet como pudo comprobar este diario. En Carlet, con unas 200 hectáreas afectadas, se ha desalojado a un millar de personas de las zonas de Casa Blanca, Pi la Cabra o Tislar, según la alcaldesa María Ángeles Crespo.

Dos incendios en Llombai

Por su parte, el alcalde de Llombai, José Forés, calculó que el término municipal ha perdido un millar de hectáreas de monte bajo, según la primera aproximación. Una gran parte de esa superficie pertenece al paraje natural municipal protegido la Colaita, de monte bajo y matorrales. Es el segundo paraje natural afectado por un incendio en dos meses tras el que quemó 60 hectáreas en los Cerros el pasado 24 de mayo.

En Tous un tercio de zona forestal del término ha quedado arrasada por el fuego, según su alcalde, Cristóbal García, que ha asegurado que en este municipio no ha habido afectación a zona residencial porque el núcleo de población está alejado del monte. El municipio de Tous es uno de los más grandes con los que cuenta la comarca de la Ribera.