Pasar de las declaración de intenciones al trabajo planificado, sobre el terreno, con plazos y objetivos para recuperar primero el partido y luego el espacio electoral perdido, como quedó acreditado en los comicios de 2011. Es el espíritu que inspira el plan estratégico 2013-2015, que hoy será debatido y aprobado por el comité comarcal del PSPV de la ciudad de Valencia y que ha sido confeccionado por la dirección en los últimos meses. El objetivo tiene unas cifras que hace cuatro años eran las del fracaso pero hoy suenan a extremadamente ambiciosas: ganar 54.000 votos para alcanzar la cifra mínima de 140.000 sufragios en 2015.

La ejecutiva que lidera Joan Calabuig, portavoz municipal, está convencida de que en las próximas elecciones locales el PP perderá la mayoría absoluta y subrayan que el PSPV ha de llegar a ese escenario "con la máxima fortaleza" para "garantizar un cambio estable". Para ello, entienden que deben recuperar el voto que les desertó en 2011 y abrazó la fe de Compromís (logró 35.881) o de Esquerra Unida (28.489). Antes de confeccionar el plan de trabajo, los socialistas han radiografiado los trasvases de voto en las casi mil mesas electorales de la ciudad y han llegado a la conclusión de que sus esfuerzos han de centrarse en 300 de las 500 secciones electorales. Para ello, están montando 60 equipos, de tres personas, en los diferentes barrios para ejecutar y coordinar acciones de movilización: reuniones con entidades de comerciantes, asociaciones de vecinos y convocatoria directa a los ciudadanos etiquetados como próximos. Hacer proselitismo con el mismo afán persuasivo de los Testigos de Jehová es el espíritu de la estrategia que piensa emprender el PSPV de la ciudad. "Movilizar y trabajar el voto puerta a puerta", según explica el líder de los socialistas de Valencia, Joan Calabuig, quien subraya que el objetivo básico consiste en "transformar la cultura del partido para que deje de mirar de puertas para adentro y mire hacia afuera".

El trabajo de reconquista de la sociedad creen que ha de abordarse al tiempo que el fortalecimiento del partido. Con las miras puestas en duplicar el actual censo de afiliados -apenas 1.400-, empezando por recuperar al millar de militantes que se dio de baja en los últimos años. Cada agrupación planificará sus "deberes", mientras que cuatro comisiones sectoriales (política económica, finanzas municipales, política social y sanidad y educación y cultura) debatirán en la dirección las propuestas de cara a 2015.